Se le ve muy bien. Pasa el tiempo (su última entrevista a fondo en EL DÍA fue hace más de un año) y el cáncer no parece que le gane la batalla, como que la tregua que dice que firmaron sigue vigente, para bien del sector primario isleño. El presidente de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (Agate), Pedro Molina, continúa con su lucha de siempre: no contra una enfermedad, sino para que el campo no muera del todo. De hecho, y según subraya, cree un gran logro mantener el 1,7% del PIB que ahora representa la agricultura y remarca que no luchan "porque la gente vuelva al campo, sino porque no se vayan más".

¿Cómo está?

Bien. Sigo con el tratamiento, pero me siento bien y está siendo una experiencia muy grande.

Es decir, que los socios del pacto de no agresión que dice tener con su enfermedad lo cumplen bien...

(Risas). Sí... Creo que no hay enfermedades, sino enfermos, y uno no sabe cómo va a reaccionar la enfermedad con uno y uno con ella. A mí, hasta ahora, ese pacto me ha funcionado: ya hace dos años y medio que me operaron y sigo haciendo vida normal.

Francisco (CEOE) alerta de que los canarios hemos perdido renta per cápita de forma constante en los últimos 30 años, ¿ha sido peor para los agricultores y ganaderos?

El sector ganadero y agrícola depende mucho de lo que significa el Régimen Específico de Abastecimiento (REA), que subvenciona lo que viene de la UE y gratifica lo que llega de la comunidad internacional con una exención de aranceles. Ante eso, nosotros sufrimos bastante y no ha habido nunca una política agraria por parte del Gobierno de Canarias que ponga las cosas en su sitio. O sea, todo lo que la comunidad internacional quiere para el continente europeo y lo que éste no quiere, porque dice que es una competencia que no podría soportar, es lo que vivimos en Canarias desde hace 25 años con el REA.

¿Y no lo compensa el REF fiscal, cómo se prevé el económico?

Me parecen importantes, pero se quedan siempre los flecos: tener ese REA con ayuda a la importación o la exención de aranceles y una competencia más, que es ser el destino de los excedentes de producción de la Península, con un lema que es el de "defiéndelo como puedas". Cuando hay un excedente de huevos o de carne de conejo, viene aquí a defenderse como se pueda. Ese es un hándicap contra el que no tenemos armas para luchar. Por tanto, sí, la renta del agricultor y ganadero cada vez es más débil porque tienen que competir con un montón de situaciones que están así, como no tener las mismas obligaciones: no es lo mismo producir carne de pollo en Brasil que aquí. No es igual producirla con alimentación en la que tienes que usar la soja, que son los sudamericamos los que la producen y los americanos los que la venden, que es lo que hacemos nosotros a ellos, que emplean harinas cárnicas, pues allí es sí que es legal.

Pero ha denunciado esto desde...

Toda la vida...

¿Y, pese a todo, no nota cambios?

No, ninguno.

Es decir, no le hacen caso...

No, el único avance que ha habido es que, desde hace 5 o 6 meses que comenzó a aparecer el conocimiento de normas de producción de Sudamérica completamente distintas a las de aquí, sí hay un cambio de tendencia y un montón de consumidores que sí consumen carne de pollo congelada, pero no la quieren de Sudamérica, sino de la UE. Ese es un cambio que lo hace la sociedad...

¿Sin necesidad de ser estimulado por las instituciones o sí? ¿Solo por concienciación social?

Solo por concienciación social tras la información en los medios.

Por ese lado, al menos, sí le mereció la pena gritar en el desierto...

Sí, hemos predicado mucho en el desierto y seguimos gritando que queremos y necesitamos una política agraria para defender no solamente los intereses de los productores canarios, sino de los consumidores de las Islas.

¿Qué piensa cuando, suponiendo la agricultura el 1,7% del PIB canario, se habla de dinamizar la economía pero se centran en la Economía del Conocimiento, las NNTT, la energía limpia...? ¿Hasta dónde llegaría el PIB del sector primario si se apostara de verdad por él: qué debe priorizarse?

No vivo obsesionado con el porcentaje que represente el PIB...

Pero es un indicativo clave...

Sí, pero que hay que explicar muy bien, pues, cuando la agricultura suponía el 50% del PIB en Canarias, es porque el resto de la economía no existía. El país más rico del mundo es EEUU y, ahí, la agricultura no representa ni el 4%...

Pero es más del doble que aquí, donde no llegamos ni al 2%...

Sí, lo que hay que plantearse aquí es cómo es posible que hayamos podido mantenernos después de todas las agresiones comerciales que hemos sufrido en estos 25 o 30 años de aplicación de la Política Agraria Común. Hay que empezar a hablar no solo del bienestar de los agricultores, sino de los consumidores y de un PIB que permita comer de lo más cercano del sitio donde vivimos, buscar la manera de hacer entender a la gente que, cuando nos comemos una fruta que ha sido traída aquí de cualquier parte del mundo porque la globalización lo permite, ha dejado su huella de carbono en ese trayecto que la sociedad no puede permitirse. No estamos hablando solo de una cuantificación importante de la economía en el PIB...

Pero sí de recuperar terrenos...

Pero la defensa del suelo rústico está siempre en función del buen resultado económico que haya por trabajar la tierra. No podemos tener un montón de papas guardadas para vender y los barcos entrando con papas de importación. Nuestra lucha ahora no es porque la gente vuelva al campo, sino por que no se vayan más.

Mantener, incluso, el 1,7%...

Eso, mantener el 1,7 es un gran objetivo. Sería un buen logro y que, como consumidores, fuéramos convenciéndonos de lo importante que es esto: que la producción, la comercialización y el consumo del producto local solo tiene que ver con una valorización de nuestra economía e, incluso, con una capitalización de este territorio. En cambio, si consumimos de importación, lo que hacemos es capitalizar otros territorios que no son éste.

En ese sentido, ¿cómo lo está haciendo el Gobierno regional?

Creo que debe dar un cambio importante. Debe sacar de los balances del REA la exención de los aranceles para todas esas carnes...

Pero, ¿eso es factible o casi quimérico si, tras tantas denuncias y 25 años, sigue sin hacerse?

Es factible. Aquí se puede producir la carne de pollo que consumimos y muchísimo más. Creo que ningún empresario o directivo hotelero, así como político responsable en hostelería dirá o pondrá un cartel que diga que la carne que están comiendo en el establecimiento ha sido producida en Sudamérica con unas normas de producción totalmente distintas a las de aquí. Si no son capaces de decirlo, ¿por qué lo permiten?

El consejero de Agricultura es de los pocos que ha sido elogiado por casi todos los grupos pero casi sale de haber pactado CC y PP: ¿realmente lo ha hecho tan bien?

No es el que peor lo ha hecho...

Al menos, ha traído diálogo...

Sí, e intentado eliminar muchos aspectos de esos balances del REA y logrado que se pague las importantes ayudas del Posei adicional...

¿Le convence a fondo ese Posei?

Sí, pero eso no es un esfuerzo solo del consejero, sino que debería ser una política agraria de un Gobierno. O sea, no conseguimos lo que queremos solo porque el consejero sea de una manera u otra, sino que hay uno de Industria y Comercio que también tiene que ver. Hay, pues, una política agraria que debería decirle a las grandes superficies que vivir de aquí no es expoliar esto, sino comercializar los productos de aquí.

Y en eso sí siente que sigue gritando en el desierto...

Sí, porque las grandes superficies compran un millón de kilos de carne de cochino cada mes y ni uno es de aquí. Cada semana, aquí vienen muchos contenedores de carne de vacuno de fuera y hace menos de dos meses se cargaban contenedores de carne de vaca de aquí, certificada en el matadero insular de Tenerife, para ser comercializada en Madrid.

¿Eso es responsabilidad solo del Gobierno o también del Cabildo?

El Cabildo no es un responsable directo pero, junto a los ayuntamientos, los cabildos y toda la administración deben tener una política agraria en defensa del consumidor y el productor isleño.

¿Y no la hay, falta coordinación entre todos, líneas claras...?

Creo que lo que se hace es responder a las acciones: acción-reacción, acción-reacción...

Improvisar, vaya...

Sí, no hay una política agraria que diga que, en un horizonte próximo de tanto tiempo, el índice de autoabastecimiento debe ser éste. Para hacer esto, hay que sentarse con las grandes superficies y que se compre lo de aquí.

En realidad, ¿nunca ha habido esa política agraria en Canarias?

Yo no la he conocido.

¿Tan difícil es?

No, todo el mundo se basa en resultados económicos, pero, claro, yo digo que si el turismo es rentable en la Península, donde no hay una exención 0 de los arbitrios por importación de países terceros, por qué no pasa eso aquí.

¿Es partidario de una tasa turística que dé beneficios a las Islas, incluso a sectores como el primario por destinarse al cuidado del medio y también de lo rural?

Cobrar solo los arbitrios insulares a la carne que viene de la comunidad internacional supondría 80 millones, más del doble de lo que reciben de subvención las carnes que vienen del REA. ¿Una tasa turística, una generalidad, puede resolverlo todo? Las generalidades no son buenas para nada y sí que haya políticas concretas de defensa de lo que existe aquí, donde hay dos millones de residentes y 14 millones de turistas...

2,3 millones de habitantes y 15 de turistas en 2016...

Esos 15 millones de turistas no pueden llevarse la sorpresa de que han venido aquí buscando sol y playa y comer una semana todo lo que viene de Sudamérica porque ellos no comen eso en su casa, no saben lo que es eso, no entran esas mercancías en la UE. ¿Por qué tienen que verlo aquí cuando pasan unos días si son los mismos hoteleros que están en Baleares o en la Península y no acceden a ese mercado porque, ahí, no existe?

Volviendo al Gobierno, ¿tan buena es la ley del suelo para ganaderos y agricultores como dicen los que la apoyaron (CC, PP y ASG)?

No conozco toda la ley, pero lo que ha hecho bien para los agricultores es quitar muchas dificultades porque la legislación era dificultativa antes, era como una cuerda muy grande que le entregaron a la Comunidad al constituirse hace ya más de 30 años y cada persona que ha pasado con responsabilidad por Política Territorial le fue haciendo un nudo y, ahora, ya nadie puede soltar esos nudos y no caben más. Que haya unos artículos que quiten las dificultades ha hecho que el sector agrario aplauda la ley, a lo mejor sin conocerla en su extensión, pero sí en lo referente al suelo rústico.

Usted, que sigue presentándose como alguien de izquierdas, ¿qué piensa del rechazo de todos los grupos progresistas a la norma?

Fui al Parlamento y vi votar a muchos partidos en contra, aunque estaban de acuerdo con el 85% del texto y no con el 15, cuando yo creo que, muchas veces, el 51% es suficiente para demostrar que se está de acuerdo con las cosas.

Ve incoherencia, vaya...

No veo incoherencia, sino que el que está fuera del Gobierno tiene unos argumentos y el que quiere apoyar la ley, otros y la apoya.

¿Le defraudó el PSOE, que al cogobernar apoyaba mucho la ley?

No me defraudó, es el juego de la política, que es respetable.

¿Respalda también la ley de Islas Verdes, la conoce lo suficiente?

Creo que es una buena cosa para esas islas (La Palma, La Gomera y El Hierro) porque el café para todos no es bueno. En esos sitios, se podrá hacer muchas cosas con esa ley, que antes no se podía.

Hay un gran debate sobre el alquiler vacacional: ¿existe un filón para los agricultores y ganaderos que poseen casas o dependencias susceptibles de destinarse a esa actividad turística o es pernicioso?

No lo veo. Una cosa es el turismo rural, pero, con la ley del suelo, no estábamos de acuerdo con el uso residencial-turístico en las fincas agrícolas, que era como hacer crecer un poco más el anillo del turismo hacia no se sabe dónde y que acabaría con las fincas sembradas de cuatro matas de lo que fuera y simulando que hay fincas y, en realidad, hay turismo.

Gobierno en minoría y logros en Madrid

Para Pedro Molina, que fue concejal de Unión del Pueblo Canario (formación nacionalista de izquierdas) en La Laguna en el primer mandato tras la vuelta de la democracia y que sigue la política con mucha atención, CC puede gobernar con solo 18 diputados de 60. "Si lo pueden hacer, no les voy a decir yo que no lo hagan". Además, dice que no le sorprendió que no hubiera pacto con el PP y, preguntado si lo hubiera preferido en aras de la estabilidad, asegura que no opta ni por una cosa ni por la otra. Eso sí, y desdeñando un poco la situación regional, considera mucho más relevante lo logrado por Coalición Canaria y Nueva Canarias al negociar el presupuesto estatal. "El diputado 175 le dio estabilidad aquí a CC, aparte de que consiguió mucho con el REF, y el 176 le permitió a NC conseguir algunos objetivos tan importantes como el cien por cien de la ayuda al transporte de los insumos". A juicio de Molina, y aunque no sabe si lo logrado hasta ahora es suficiente para su sector, sí cree que es bastante y por eso afirma que es con estas situaciones con las que "los canarios debemos tener claro cuál es el interés que tiene el país con nosotros y al revés".

Hijo Ilustre de la Isla por una intensa trayectoria

A finales de julio, Molina se convirtió en Hijo Ilustre de Tenerife por decisión del Cabildo, recibiendo múltiples elogios. No obstante, dice que no lo ve como un reconocimiento a su persona, sino a la labor que, junto a otros, ha desarrollado en los últimos 40 años, con un hondo compromiso "con el suelo rústico y lo que significa el sector productor. Ese es el verdadero reconocimiento. Yo empecé en la UPC y un momento culminante fue cuando nos opusimos al vertedero de Montaña del Aire, poniéndonos en huelga de hambre en 1982. Tuvimos muchas peleas por la conservación del suelo rústico", recalca. Acerca de si, al comprobar cómo está la medianía de la Isla, se siente mal o le da tristeza, reivindica la lucha de muchos y ve la botella medio llena. "Al verla, tengo el sentimiento de que podía haber estado todo destruido si la sociedad no se hubiese organizado.No pudimos evitar muchos desmanes, pero en La Laguna sí evitamos que hubiera 8 millones de metros más urbanos. De esos terrenos, unos están cultivados y otros no, pero vendrán generaciones que se plantearán plantar ahí comida, y eso se lo hemos dejado, existe, está ahí. Lo que se pudo conseguir o no es como pensar qué hubiera pasado si mi tía hubiese sido tío. Nosotros nos planteamos que, si perdíamos aquella pelea en 1982, nos convertíamos en millonarios y, si la ganábamos, seguiríamos trabajando como agricultores y eso hicimos y es lo que seguiremos haciendo".