La dependencia no es una característica, es un estado al que todos, en algún momento de nuestras vidas, llegamos. Para ayudar y orientar en esa pérdida de independencia nació en 2012 Apedeca, una ONG que vela por que la ley de promoción de la autonomía personal sea una realidad en Canarias. "Estamos aquí para facilitar el camino a quienes se encuentran perdidos", resume Mari Carmen Rodríguez Delgado, coordinadora de la entidad. Más allá de la falta de fondos, los ciudadanos reclaman asesoramiento e información sobre qué servicios pueden solicitar -hay mucho desconocimiento en las zonas rurales-, pero también apoyo para relacionarse con la Administración cuando su expediente se eterniza y la ayuda no llega.

Los miembros de Apedeca saben cómo funciona el sistema y las dificultades presupuestarias a las que se ha enfrentado la norma desde que se aprobó en 2007: todos se dedican al sector sociosanitario y han tenido que lidiar con la escasez presupuestaria. Es el caso de Mari Carmen, que ha trabajado en pisos tutelados y que ahora es la responsable de la residencia Las Vistas, un chalet que dispone de 19 plazas y que se ubica en la zona de la Vuelta Los Pájaros, en la capital tinerfeña. Aunque estas instalaciones están orientadas a personas con problemas de salud mental, la asociación se creó para dar respuesta a todos los perfiles asociados a la dependencia. Su equipo desempeña su labor de manera altruista. "Yo ya tengo mi trabajo y cobro por él", explica.

Una de las funciones que realiza Apedeca es la de interlocutora con la Administración. "La gente se pierde en el camino; hay muchas personas que no saben que existe la Ley de Dependencia o a qué recursos tienen derecho", señala. "Los afectados nos llaman para saber en qué punto está su expediente y nosotros nos comunicamos con el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASSS) del Cabildo o con el Gobierno". En Tenerife existen estas "dos vías de entrada al sistema" y eso también desconcierta a los usuarios. "Estar bien asesorado es importante y tener información o no no puede depender de si vives en el área metropolitana o no".

Esta pedagoga y experta en intervención social empezó su carrera profesional en el área cuando abrió el centro Hermano Pedro, en Ofra. A lo largo de los años se ha ido dando cuenta de la importancia que tiene el ocio en la vida de estas personas. De ahí que Apedeca haya puesto en marcha una guía de animación para personas mayores con discapacidad. Incluye más de 500 actividades en la que participan, con pases gratuitos o descuentos, empresas privadas e instituciones públicas. "Es muy importante promover el ocio inclusivo" y, para ello, "establecer sinergias" es imprescindible. Apedeca organiza actividades y también ha distribuido la guía entre otras asociaciones.

Muchas de las personas que viven en residencias -aunque sean privadas, porque están en plazas concertadas con la Administración- disponen de pensiones ínfimas. La mayor parte de sus ingresos -"el 75%"- se dedica a pagar el coste del recurso alojativo y apenas pueden disponer de cien euros para el resto del mes. Esta red de entidades "solidarias" permite que estas personas puedan disfrutar de excursiones o actos culturales, fundamentales para su desarrollo personal y emocional. Incluye, además, tratamientos con animales, como la delfinoterapia, o viajes a otras islas.

Hace unos meses, Apedeca, a través de su presidente, Iván Márquez, firmó un convenio con la Consejería de Políticas Sociales para realizar un análisis del sistema de la dependencia. "Necesitamos conocer la realidad de la dependencia en Canarias". Mari Carmen subraya la improtancia de avanzar en la especialización de la ayuda a domicilio. "No habrá infraestructuras para dar respuesta".

Además, Apedeca está desarrollando una plataforma de formación de cursos "on line" que ayude a complementar la formación oficial del sector y trabaja con Radio Ecca en cursos adaptados para personas con dependencia. Prueba de su compromiso con el trabajo de personas con dependencia es que la web de la entidad está diseñada por un joven con discapacidad.

La dependencia es un destino, pero hay que decidir cómo queremos que sea el camino hacia ella.