El Gobierno de Canarias anunció ayer que ha puesto en marcha un programa de estudio y seguimiento científico para estudiar las causas de formación de los "blooms" de cianobacterias "Trichodesmium erythraeum", desarrollar un modelo de predicción y diseñar una estrategia coordinada de monitorización. "Lo ideal es establecer al final un sistema de alertas", explicó la consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, Nieves Lady Barreto, en una comparecencia conjunta con el responsable de Sanidad, José Manuel Baltar.

Ambos consejeros defendieron su gestión durante los dos últimos meses, tiempo en el que Canarias -sobre todo la provincia occidental- ha vivido continuos episodios de afloramiento de cianobacterias en sus costas, lo que ha generado cierta alarma social. El fenómeno de las mal llamadas "microalgas" no es nuevo: ocurrió por primera vez en el año 2004 y se repitió en 2011. Desde entonces, los expertos del Banco Español de Algas (BEA) -organismo científico que asesora al Gobierno- estudian estos microorganismos y demandan, también, un protocolo para la emisión de avisos.

La presencia de olas de calor, acompañadas de episodios de calima y mar en calma -factores que se incrementan con el cambio climático-, favorecen estos afloramientos. La posibilidad de que los vertidos "ayuden" a las "microalgas" a permanecer más tiempo en el litoral volvió a ser descartada por el Ejecutivo.

Según datos del Gobierno, desde el primer avistamiento de "microalgas" a finales de junio, se han llevado a cabo 77 inspecciones. Para el seguimiento de los "blooms" se han usado los helicópteros del GES, que han sobrevolado el litoral en 20 ocasiones. Sanidad, además, ha llevado a cabo 4.066 análisis sobre el estado de las playas.

Con respecto a la posibilidad de que la exposición a "microalgas" en elevadas concentraciones pudiera promover tumores primarios -vínculo que aparece en uno de los informes del Banco Español de Algas referido a ratones-, Baltar se apoyó en la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en la Unesco - que no considera que la cianobacteria sea dañina- para reiterar que "no hay riesgo". No obstante, desde finales de 2015 la Viceconsejería de Medio Ambiente, a través del proyecto MINAR, estudia, en colaboración de otros países de la región macaronésica, la proliferación de distintos tipos de algas en el Archipiélago, sus causas y su posible toxicidad.

Defensa de la estrategia de comunicación

"No creo que haya habido un fallo de comunicación. Es un tema muy serio y se ha tratado con rigor científico y con transparencia". La afirmación, hecha por la consejera Nieves Lady Barreto, sintetiza la opinión del Ejecutivo sobre la gestión del fenómeno de las "microalgas", que está causando bastante incertidumbre entre la población.

Para defender sus actuaciones, tanto la consejera de Política Territorial como el de Sanidad enumeraron la presencia de responsables de sus áreas en los medios de comunicación durante estos meses. Según los datos aportados por el Ejecutivo, se han gestionado más de 70 intervenciones de técnicos y responsables políticos (incluidos ambos consejeros) en emisiones de radio y televisión y, además, se han remitido siete notas de prensa oficiales a los medios. Los ciudadanos han planteado 145 preguntas a la Consejería de Sanidad a través de la web canariassaludable.org, que han sido atendidas a través de las redes sociales o el "Watsapp".

A esta información "hay que sumar la comunicación que difundió la Consejería de Turismo a los touroperadores para informales de que esta proliferación de algas es un fenómeno natural sin riesgo para la salud".

Los consejeros evitaron responder a las críticas o apreciaciones de compañeros de otros partidos. Baltar insistió en que hay que seguir las indicaciones de la OMS y de las dos universidades canarias y dijo que "es muy grave generar alarma social con este incidente".