Canarias ha sufrido este verano una floración de cianobacterias de unas dimensiones desconocidas hasta ahora en las Islas, que se formó en el océano sin relación alguna con los vertidos de aguas residuales y que responde a unas condiciones "excepcionales", probablemente ligadas a "El Niño".

Científicos de Instituto de Oceanografía y Cambio Global (IOCAG) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y del Instituto de la Investigación para el Desarrollo (IRD) de Francia presentaron ayer los resultados del estudio que han realizado en las últimas semanas sobre el "bloom" de "microalgas".

Su diagnóstico es claro: esas grandes floraciones de cianobacterias "Tricodesmium" que llegaron de forma repetitiva a las costas en forma de hileras flotantes, desagradables y en algunos casos malolientes (desprenden mucho amoniaco), se formaron en el océano, sin que se haya observado circunstancia que permita afirmar que la existencia de vertidos no depurados los haya estimulado.

El portavoz del equipo que ha redactado este informe, Javier Arístegui, del IOCAG -uno de los cinco españoles seleccionados para el panel mundial de expertos que elaborará el nuevo informe sobre cambio climático-, no tiene dudas: esas colonias de "Tricodesmium" surgieron en el océano por un cóctel meteorológico poco frecuente y las corrientes marinas las arrastraron a la costa.

Según la ULPGC y el IRD, ese cóctel lo integran elevadas temperaturas del agua del mar, varias semanas consecutivas sin vientos alisios y muchas calimas seguidas con polvo sahariano cargado de hierro, fósforo y otros nutrientes.

Estas floraciones masivas de la cianobacteria ya se observaron en las Islas en 2004 y 2011, pero no con la intensidad y repetición de estos años, lo que inclina a estos científicos a pensar que quizás estén relacionados con otro fenómeno meteorológico: "El Niño".

El equipo responsable de este informe dedica buena parte de su trabajo a examinar si este "bloom" guarda o no relación con los vertidos de aguas residuales en las costas de Canarias, motivo de una intensa polémica política durante este verano en las islas.

Sus conclusiones niegan esa relación: primero porque su proceso de formación y extensión es coherente con cómo se han comportado las temperaturas del agua este verano y con el modelo de corrientes que hizo recircular las colonias de "microalgas" desde el sur hasta el norte de las islas; segundo, porque llegaron a la costa en una fase de muerte celular irreversible, que las hace hundirse en el curso de dos o tres días, con lo que ningún vertido podría haberlas "alimentado" ya; y tercero, porque consideran que está por demostrar que las aguas residuales favorezcan el "bloom" de los "Trichodesmium".

Según Arístegui, el que el reciente trabajo publicado en "Scientific Reports" por dos investigadores israelíes que sostiene que los vertidos estimulan el crecimiento de estas cianobacterias parte de una premisa "interesante", pero no demuestra que sea así. Es más, sus datos le indican lo contrario.

A título de ejemplo, explicó que en el estudio israelí se encontraron en una zona de vertidos residuales colonias de "Trichodesmium" de 1.500 tricomas ("filamentos") por litro, una cantidad habitual en el océano en circunstancias normales. Sin embargo, las concentraciones de tricomas detectadas este verano en el "bloom" de Canarias eran muy superiores, "de millones por litro".

Pero, además, está por demostrar que los vertidos influyan sobre las colonias de "Trichodesmium", sentenció Mar Benavides, considerada una de las mayores expertas mundiales en fijación de nitrógeno por cianobacterias, cuyos trabajos citan como referencia los investigadores israelíes del artículo de "Scientific Reports".

Sin pruebas de toxicidad en humanos

Los tres firmantes del informe científico-Javier Arístegui y José Antonio González Ramos, del IOGC-ULPGC, y Mar Benavides, del IRD francés- aclaran en el trabajo que las cianobacterias del género "Tricodesmium" forman parte de la vida en la Tierra, están en la base de la cadena alimentaria, generan nutrientes para otras especies y, sobre todo, ayudan al océano a absorber ingentes cantidades de CO2 y, por lo tanto, descargan a la atmósfera de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, indicaron, las cianobacterias alteran el uso turístico del litoral, porque son desagradables y liberan sustancias que pueden producir urticaria.

Arístegui y sus compañeros puntualizaron que no son toxicólogos, pero aseguraron que han buscado en la literatura científica casos de toxicidad de los "Trichodesmium" en humanos y no los han encontrado.

El investigador principal recordó que otras zonas tropicales de países desarrollados del planeta sufren recurrentemente "blooms" como el que ha vivido Canarias este verano (Florida en EEUU, la Polinesia francesa o Australia) y en ninguno de estos casos se cierran las playas, solo se recomienda no bañarse entre los tricomas (filamentos de cianobacterias) "por sentido común".

La controversia sobre los afloramientos de cianobacterias llega hoy al Parlamento de Canarias, donde los consejeros de Sanidad y Política Territorial comparecerán a instancias de los grupos popular, PSOE, Podemos y Nueva Canarias.