El presidente del PNC y diputado regional, Juan Manuel García Ramos, sigue dándole gran relevancia al olvido, visión o convicción del secretario general del PSOE a la hora de incluir a Canarias entre las nacionalidades del Estado. En declaraciones a EL DÍA, el también profesor universitario considera que CC ha reaccionado con cierta tibieza ante el desliz o la afirmación convencida de Sánchez, aunque no por eso se cuestiona su pacto con el principal partido nacionalista de las Islas. "Cuando se pone en cuestión o se recurre a la amnesia para referirse al estatus político de Canarias, creemos que hay que reaccionar con algo más de coraje", asegura.

Sin embargo, no cree necesario un replanteamiento del vínculo del PNC con CC porque "cada organización tiene sus reflejos y analiza desde su punto de vista. A nosotros nos ha parecido muy grave el lapsus de Sánchez al volvernos a incluir en las comunidades sin personalidad política ni cultural, y mi compañera González Taño también ha denunciado este olvido".

A su juicio, hay que volver a los clásicos para que no se den estos olvidos: "Si acudimos a la definición de nación que funda ese concepto para la modernidad, la del abate Sieyés, gran teórico de la Revolución Francesa, que me recordó estos días Eligio Hernández, inspirándose en un trabajo del catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Santiago Roberto Blanco Valdés, una nación es el conjunto de ciudadanos que residen en cierto territorio en igualdad de derechos y sometidos a un mismo ordenamiento jurídico. Si lo que prima es el territorio, está claro que Canarias es la primera comunidad de España que merece ese reconocimiento. Dejemos esto claro".

El líder del PNC es consciente de que un debate sobre esto queda eclipsado ahora por Cataluña: "Hay una hegemonización del procés en los medios y su futuro se me parece cada vez más a lo sucedido en Euskadi con Ibarretxe, del que no se acuerda ya ni el PNV". Por eso, cree que la empresa de los independentistas fracasará porque "a los pueblos no se les puede meter en aventuras de dudoso futuro. Un proceso de independencia debe contar con todas las garantías de éxito y este no es el caso. Quizá me equivoque. Pero en ese análisis estoy muy cerca de las apreciaciones de Íñigo Urkullu, el presidente de Euskadi".

En este sentido, lamenta los sucesos de estos días y los "enfrentamientos entre paisanos, partidos y concepciones legislativas. No me gusta el ambiente, pero respeto los procesos de cada pueblo". Sobre si algo así se puede dar en las Islas, sostiene que "los nacionalistas canarios que no solo apelamos al romanticismo, sino al pragmatismo, a valorar cada paso adelante en crear una conciencia nacional en nuestro pueblo, debemos seguir de cerca lo que es el mundo de hoy y cada vez prima más la cooperación y no la segregación. Eso no quita para que no cejemos en esforzarnos en la consecución de mayores cotas de autogobierno y autolegislación, pues Canarias se gobierna mejor desde aquí que desde una Dirección General en Madrid. Eso lo tenemos muy claro", subraya.

En su opinión, "la interconexión e interdependencia de los pueblos nos obliga a hablar de nacionalismo bajo otros parámetros. Las soberanías actuales son más que relativas". Eso sí, remarca que, como ya dijo Antonio de Bethencourt Massieu, "nada sospechoso de ser nacionalista, Canarias tiene el doble de motivos que Cataluña para ser una nacionalidad". Asimismo, censura al PSOE, PP y Cs por olvidarse siempre de las Islas y reivindica a Sagaseta y Cubillo como ejemplos de que, sin dar gritos, en la Península "no se nos escucha".