El cachalote común es el cetáceo más amenazado en Canarias, una de las regiones con mayor riqueza y diversidad del Atlántico nororiental con 28 especies distintas de mamíferos marinos y donde el 25% de sus muertes están asociadas a la actividad humana.

Así lo afirmó el profesor de Veterinaria de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y miembro del Instituto de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria, Manuel Arbelo.

Arbelo, que trabaja con la red de varamientos de Canarias haciendo las necropsias y diagnósticos de todos los animales que varan en las islas, a los que se suman otros llegados fuera del archipiélago, asegura que aún así el 25% de los casos de muertes de cetáceos que se diagnostican en el Instituto de Sanidad Animal de la ULPGC están relacionados con la actividad humana.

El profesor de Veterinaria enumera las tres causas directas que producen la muerte de cetáceos en Canarias relacionadas con la actividad humana: el tráfico marítimo, las interacciones con actividades pesqueras, que representan en torno a un 7%, y las interacciones traumáticas con pescadores que los ahuyentan o los agreden al considerarlos competencia en la lucha por el pescado.