La Universidad de La Laguna (ULL) ha "indultado" este curso a 151 alumnos que han incumplido la normativa de permanencia. Los estudiantes no han logrado superar el porcentaje de créditos mínimo, infracción que está sancionada en el reglamento con la desvinculación, durante un año, de la institución. El Consejo Social ha decidido modificar este artículo de manera puntual este curso.

El vicerrector de Estudiantes, José Manuel Fraga, consciente del "daño" que puede hacer estar un curso alejado del centro, propuso al Consejo Social de la institución, que es quien tiene las competencias en esta materia, aprobar una medida excepcional. "Si están un año sin estudiar es fácil que pierdan el hábito", explica.

"Los alumnos que se han acogido a esta medida excepcional deberán matricularse de menos créditos y aprobar al menos el 35%. El siguiente curso la exigencia se eleva al 70%. Además, los estudiantes deben acudir a seminarios para mejorar la planificación de sus estudios".

La medida establece un máximo de créditos porque desde el Vicerrectorado se ha constatado que los afectados tienden a cursar un número excesivo de materias.

La mayoría de los alumnos que han solicitado este año de gracia pertenecen a Medicina, Farmacia y Derecho, informó Fraga.

El Consejo Social de la Universidad de La Laguna aprobó en julio de 2016 la Normativa de Progreso y Permanencia. La norma ha sido aplicada por primera vez entre los estudiantes que cursaban titulaciones oficiales en la ULL en el curso académico 2016-17, lo que ha permitido efectuar una valoración inicial.

Esto ha puesto de manifiesto que si bien el objetivo pretendido es guardar un equilibrio entre el buen aprovechamiento de los recursos públicos, la obligación de exigir a los estudiantes un compromiso social y una dedicación acorde con los medios que se les ofrecen, así como un razonable rendimiento académico, lo cierto es que el impacto producido por la normativa aconseja flexibilizar el rigor en su aplicación.

Los alumnos, no obstante, no están de acuerdo con las excesivas exigencias de rendimiento. En concreto, la Asamblea por el Movimiento Estudiantil Canario (AMEC) "lamenta que el Consejo Social intente conseguir el rendimiento y la calidad imponiendo el cumplimiento de requisitos a la parte más débil, y no se haga absolutamente nada por corregir a los verdaderos responsables: el profesorado autoritario y los malos docentes". Asimismo, se queja de que el Rectorado no hable del calendario académico cuando plantea medidas para mejorar el rendimiento, y asegura que "solo un calendario que cuente con las propuestas estudiantiles puede ser un buen calendario para que el estudiantado obtenga el rendimiento deseado por todos".