El presidente canario, Fernando Clavijo (CC), consideró ayer que "el nacionalismo no es malo", sino que "la uniformidad es lo que hace que la gente se sienta excluida", y opinó que desde el nacionalismo se puede ser "leal y reivindicativo", contribuir a la estabilidad "y pedir que se nos trate distinto".

En un desayuno informativo, organizado por el Foro Nueva Economía, Clavijo, que fue presentado en el acto por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, remarcó que se puede ser "nacionalista y distinto" y formar parte de un proyecto conjunto de país. "Y actuando con esa responsabilidad se puede ser parte de la solución de muchos de los problemas de España", apostilló.

El presidente insistió en que achacar al nacionalismo los males de la falta de cohesión o de la crisis de identidad que ha sacudido Europa es "igual de radical que el nacionalismo independentista y el populismo".

Sobre la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña, admitió que "no fue fácil" apoyarlo, pero también dijo entender que el restablecimiento de la legalidad es un principio fundamental para el entendimiento y el desarrollo porque "nadie puede estar por encima de la ley".

En su opinión, el 155 supuso "un punto de inflexión" capaz de evitar una "espiral" que hubiera conducido a situaciones más complicadas.

Fernando Clavijo abogó durante el acto por una reforma de la Constitución encaminada a resolver el "problema político" suscitado en Cataluña. A su juicio, después del 21 de diciembre -fecha de las elecciones catalanas- "todos tenemos la oportunidad de buscar espacios de diálogo y encuentro".

El jefe del Ejecutivo regional apostó por hacer las cosas de otra manera tras esos comicios, "no hacer más de lo mismo", y abordar los retos de España, para que no haya que emigrar en busca de un futuro mejor.