Se autodenominan profesores "low cost", ya tienen grupo de Facebook y han celebrado su primera asamblea. Los profesores ayudantes doctores de la Universidad de La Laguna (ULL) -unos 60- se han cansado de dejar para otro momento la lucha por sus derechos y los de otros compañeros "precarios". Desde que empezó la crisis y las universidades no pudieron -por mandato ministerial- cubrir jubilaciones y fallecimientos, el abuso del uso de estas figuras para cubrir necesidades de plantilla -igual que de interinos y docentes asociados- se ha repetido en la mayoría de centros públicos. Aceptaron, a la espera de tiempos mejores, pero todavía hoy sus condiciones laborales son precarias y no ven opciones claras de estabilizarse.

La Plataforma de Profesorado en Precario ULL convocó su primera reunión este viernes, pero lleva tiempo analizando la situación de los docentes que se encuentran en esta situación. Su objetivo es negociar con el Rectorado un plan para garantizar la estabilidad de docentes que no tienen vinculación permanente con la universidad. Advierte de que, con la crisis, la imposibilidad de sacar plazas públicas y aumentar la plantilla de funcionarios ha derivado en un uso abusivo de estas figuras contractuales, lo que ha condenado a muchos profesionales a sobrevivir en circunstancias muy complicadas.

Esta plataforma representa especialmente a los ayudantes doctores -que este año multiplicarán por dos su presencia y llegarán a los 120, según sus cálculos-, pero no olvida a otros compañeros que prestan servicios como "falsos" profesores asociados o como interinos.

La ULL, según los últimos datos públicos -referentes a 2015-, cuenta con 1.586 profesores frente a los 1.704 de 2011. En este tiempo, el número de titulares y catedráticos ha bajado significativamente, pero han crecido otras figuras de contratación temporal.

La hoja de ruta de la plataforma es similar a la que ya se ha llevado a cabo en otras universidades, como en Extremadura o Andalucía. Hace unos meses, la Confederación de Rectores de las Universidades Españolas alertó de la existencia de "profesores pobres", docentes que estos años han cobrado entre 600 y 1.000 euros de sueldo. La diferencia de condiciones laborales entre los funcionarios y estos colectivos está generando una desigualdad enorme dentro de estas instituciones, insisten fuentes de este grupo, que sostienen que, "a corto plazo, el colectivo de naturaleza no permanente será más del 50% de la plantilla de la ULL".

Un análisis del perfil del ayudante doctor, elaborado por el colectivo a través de encuestas anónimas, revela que la media de edad de estos profesionales es de 41 años, el 80% tiene más de cinco años de experiencia docente y el 40% más de 12 años de experiencia profesional. Además, han superado de promedio 3,5 procesos públicos competitivos y el 84% están acreditados por una agencia evaluadora a la figura de contratado doctor o doctora.

Demandan un plan de estabilización

El reto de los docentes afectados es que se ponga en marcha un plan de estabilización para promocionar a profesores ayudantes doctores afectados por la crisis a aquellas figuras contractuales para las que están capacitados y acreditados. La plataforma, conforme a los resultados compilados en el estudio realizado a través de encuestas anónimas entre los ayudantes doctores de la ULL y el asesoramiento jurídico recibido, considera que "la solicitud de promoción directa y estable del colectivo ayudante doctor a la figura de contratado doctor está suficientemente avalada por los mismos y por la legislación laboral actual". Los afectados lamentan que durante los últimos años las carreras docentes en la Universidad se han convertido en una carrera de obstáculos donde los profesores tienen que pensar siempre en cómo conseguir puntos. Esa fórmula, unida a la precariedad, repercute en la motivación del colectivo.