La falta de programas focalizados en la prevención sanitaria es, según afirma el reconocido nefrólogo canario, Benito Maceira, lo que ha llevado a que los canarios solo disfruten de 58,2 años de vida saludable, la cifra más baja de toda España. Estos datos, sin duda, disputan con la alta esperanza de vida que registró el Archipiélago en 2015, ni más ni menos que 82,3 años (80 en hombres y 84,6 en mujeres).

Esta diferencia de datos, sustraídos del informe "Indicadores de Salud 2017" publicado por el Ministerio de Sanidad el pasado mes, se deben, según explicó el que también ha ejercido como presidente de las sociedades de nefrología e hipertensión arterial y riesgo vascular, a que actualmente "la medicina es tan potente que no te deja morir, pero no te resuelve el porqué estás enfermo".

"Hoy un infarto se puede diagnosticar a tiempo para que no provoque la muerte del individuo, pero le deja con una minusvalía coronaria", explicó. Esto es consecuencia de lo que Maceira denomina una "medicina de consumo" que ha arraigado en la sociedad debido al "modelo neocapitalista liberal". "En lugar de potenciar la medicina preventiva, se están arreglando los destrozos, es como poner puntos de sutura", reclamó el nefrólogo.

Ejemplo de ello es que ya en un estudio de 2004, liderado por el propio Maceira, se alertaba de que "el 60% de los enfermos que llegaban a la consulta por una complicación por diabetes se enteran en ese momento de que la padecían", y la cosa sigue igual. "Estamos realizando diagnósticos tardíos y lo que se están viendo son complicaciones de enfermedades que, en muchos casos, se podrían evitar con una dieta sana", insistió Maceira.

La crisis ha sido un varapalo no solo para la economía canaria, sino también para el estado de salud de sus ciudadanos. Así lo refleja también el informe del Ministerio de Sanidad, que alega que "todas las comunidades autónomas, a excepción de Canarias, los Años de Vida Saludable (AVS) crecieron entre 2007 y 2015". Maceira aseguró que esta tendencia ya se observaba en los años anteriores a la crisis, pero argumentó que dicha situación potenció el problema.

Y es que, el nefrólogo considera que, el problema principal de los canarios siempre ha sido la mala alimentación. Una dieta poco salubre que se ha reforzado debido a los altos precios de los alimentos saludables en contra de unos alimentos procesados llenos de grasa, sal y azúcares, mucho más asequibles. Estos alimentos causan, según indicó Maceira, el 21% de las muertes evitables, por lo que el nefrólogo considera que la industria alimentaria está cometiendo un crimen de lesa humanidad porque estos alimentos "afectan a la salud de muchas personas y ellos lo saben".

De hecho, una compra de un mes de frutas y verduras -que conste de dos piezas de fruta al día y al menos cuatro de verduras a la semana- cuesta unos 178 euros, según estimó el nefrólogo, es decir, "el 40% de un sueldo mínimo". "El 70% familias prefieren centrarse en el gasto doméstico, de luz y agua, y en seguir con sus hábitos consumistas, que en comer sano", refirió el médico especialista. En esta línea, culpó a la administración de ser "cómplice" de este "atentado". "La administración consiente y mira a otro lado, por tanto colabora para favorecer las acciones de la industria alimentaria", comentó el médico.

Por tanto, es la dirección del presupuesto de la comunidad, que a menudo está más encaminado a resolver complicaciones de los enfermos que a prevenirlas, según sugiere el nefrólogo, es lo que por ende "está arruinando" a la Sanidad Pública.