El Ayuntamiento de La Oliva (Fuerteventura) encendió esta semana las luces de su iluminación navideña sostenible, respetuosa con el medio marino, el territorio y comprometida con la reducción de la huella ecológica de la actividad turística, por lo que se ha realizado utilizando materiales reciclados de la basura turística.

Así, los flotadores y churros de piscina que los turistas dejaron tras de sí en los hoteles se han transformado en una veintena de pulpos gigantes y fluorescentes que recorren el casco antiguo y las zonas comerciales de Corralejo.

De igual modo, las botellas de plástico recolectadas en los colegios y por los propios vecinos lucen ya a modo de brillantes medusas de colores. Todo ello, iluminado con luces LED para reducir al máximo su consumo energético.

Los veinte calamares gigantes y las guirnaldas-medusa se han ubicado formando figuras de luces en el Casco Viejo de Corralejo, en la calle La Iglesia donde se ubican los restaurantes, en los aledaños del Muelle Chico, y en las zonas peatonales comerciales de las calles Lepanto y Nuestra Señora del Carmen.

Mientras tanto, el Ayuntamiento de La Oliva continúa con la instalación de la iluminación navideña convencional en las diferentes localidades del municipio, al igual que en años anteriores.