Directivos de grandes empresas de distribución que operan en Canarias reclamaron ayer la liberalización de los días y horarios de apertura del comercio en las Islas para competir en igualdad de condiciones con las ventas por internet y adaptarse al cliente que desee comprar en cualquier momento.

Turistas de cruceros y otros visitantes, pero también residentes en el Archipiélago con el tiempo limitado por sus obligaciones laborales y personales, demandan disponer de tiendas abiertas en festivos y en horas no habituales, sostuvieron representantes de Carrefour, El Corte Inglés, Leroy Merlin y Alcampo que rechazaron tajantemente que se regule cuándo han de cerrar.

El director regional de El Corte Inglés, Gustavo Rodríguez, definió como una "falta de responsabilidad que todavía se hable de si abrir o no abrir los domingos" en un territorio cuya economía depende en primer lugar de los turistas, que quieren hacer sus compras cuando les venga mejor. "No hay argumentos sólidos para decir que no se abra en domingo", sentenció.

En la misma línea, Juan José Navío, director regional de Carrefour, dijo que "está en nuestra mano no regular, sino liberalizar" la apertura de los comercios en las islas.

En el marco del primer Foro sobre Retail, una reunión organizada por el Club Financiero de Canarias para dialogar sobre el presente y el futuro del sector de la distribución en la Comunidad Autónoma, el director de Alcampo Telde, Carlos Caruncho, concluyó, por todo ello, que en el Archipiélago "se hace urgente una reflexión sobre los horarios comerciales".

"La necesidad es la que es", ha insistió Caruncho, que justificó esa apuesta por la libertad de apertura aludiendo a lo que ocurre en otros países europeos o de otros continentes, incluido Cuba, donde, según expuso, "todo abre 24 horas, absolutamente todo", en buena medida para evitar que parte de sus posibles ventas sean captadas por quienes operan en internet.

Juan José Navío, de Carrefour, argumentó que el desvío de compradores a internet perjudica no solo a las empresas, sino también a las arcas públicas, porque en las transacciones efectuadas a través de la red "no sabemos adónde irán los impuestos", advirtió.

Navío recalcó que a la demanda de los consumidores es necesario responder con la liberalización, pese a la oposición de organizaciones laborales que representan a los trabajadores del sector y pequeños vendedores que aducen que eso les abocaría a la desaparición, a los que recomendó buscar fórmulas que les permitan mantener sus negocios porque, a su entender, "el que no se adapte al mercado, cerrará".

Por su parte, José Carrillo, director regional de Leroy Merlin, opinó que actualmente "hay dos zonas con saturación, que son Telde y Las Palmas de Gran Canaria", mientras que en el resto del Archipiélago sí puede haber espacio para más operadores del sector.

Su parecer en esta materia no fue compartido por el director de Alcampo Telde, que consideró que, en lo tocante a autorizar nuevos establecimientos, "con la densidad que ya tenemos, se hace crucial una reflexión".