Los profesionales de la Enfermería -mayoritariamente mujeres- reclaman un plan de prejubilaciones propio y diferentes itinerarios laborales en función de la edad. Ramona Mendoza, delegada de Satse, advirtió ayer de que la crisis ha dejado en una situación más precaria a un colectivo "invisible a los ojos de la sociedad y los gestores". "Las enfermeras cuidan a los demás, 24 horas al día los 365 días del año, pero ¿quién las cuida a ellas?".

La representante planteó este interrogante al hacer balance del año que acaba de concluir y urgió a la administración sanitaria a impulsar mejoras, como la reducción de la jornada de trabajo, el descenso de la interinidad y el impulso de más medidas contra los riesgos laborales.

Estas trabajadoras no cuentan con planes específicos de jubilación, como otros colectivos, y cuando avanza la edad no tienen las mismas capacidades para acometer sus labores -"intelectuales y físicas"- que requiere un empleo como este, en el que se cuida a otra persona sin pausa.

Además, esta labor, recordó Mendoza, se hace sufriendo una inestabilidad laboral "brutal". "Canarias es la segunda comunidad con más interinidad, llega al 70%", lamentó. Las enfermeras deben soportar contratos de sustitución que van de meses a semanas o días sueltos. "Te pueden llamar y pedirte que vayas a trabajar por la tarde", dijo a modo de ejemplo.

En este escenario, "conciliar la vida familiar y laboral es muy difícil", sostiene.

Por todo ello, Mendoza planteó la necesidad de visibilizar la enfermería, para que la sociedad sea más consciente del papel que desempeñan las trabajadoras en el cuidado de los pacientes.