Investigadores de la Universidad de La Laguna trabajan en el laboratorio para convertir rayos infrarrojos en visibles o ultravioletas, con la intención de "exprimir" el infrarrojo que procede del Sol y obtener energía, de una forma renovable e ilimitada por medio de la llamada fotosíntesis artificial.

Para ello, utilizan rayos láser que emiten en infrarrojo, que al incidir en cristales luminiscentes transforma esa luz en visible y ultravioleta, y la idea es trasladar los resultados a simuladores solares o directamente con el Sol, explica a Efe Jorge Méndez, profesor de la Facultad de Física de la Universidad de La Laguna.

Estos trabajos tienen en la actualidad una aplicación comercial inmediata, pues esta técnica se puede utilizar para descomponer aguas contaminadas a un coste inferior al que tiene el sistema actual. Los investigadores quieren además que estas investigaciones sirvan para obtener hidrógeno del agua del mar. En la investigación colaboran Pablo Acosta, que realiza la tesis doctoral, así como Luis Alonso, alumno de máster de Energías Renovables, y Rubén Rojas, que lleva a cabo el trabajo de fin del grado en Física.

Méndez recuerda que el 50% de la luz solar llega a la Tierra en el infrarrojo y se aprovecha muy poco en los dispositivos captadores de energía solar, como por ejemplo en las placas fotovoltaicas. Por ello, es importante aprovechar rangos del infrarrojo a los que en la actualidad no se llega, por lo que una de las intenciones es, por medio de la fotocatálisis, obtener hidrógeno del agua (fotosíntesis artificial), que sería una fuente de energía prácticamente "eterna" al proceder del Sol.

Las investigaciones para mejorar la descontaminación del agua se han llevado a cabo en la Universidad tinefeña, y para la obtención y almacenamiento más eficiente de hidrógeno han colaborado con expertos químicos del Centro de Fotosíntesis Artificial de la Universidad de Tokio.

El hidrógeno se obtiene por medio de la fotosíntesis artificial o fotocatálisis, que consiste en dividir el agua en oxígeno e hidrógeno usando fotocatalizadores que se activan con luz azul y ultravioleta, de la que la luz solar tiene poca.

Así que este grupo de investigación estudia cómo disponer de más al "exprimir" mejor el infrarrojo y convertirlo en visible.

Además, prevé trasladar los resultados de laboratorio a las salinas que hay en Canarias, y así lograr que estas instalaciones sirvan también para obtener hidrógeno del agua de mar. Así, trabajan en colaboración con la Asociación de Salinas de Canarias para estudiar el potencial uso de las salinas como "fotorreactores naturales sostenibles" para obtener sal, pero también gases de la evaporación del agua para lograr el hidrógeno. Este estudio se basa en trabajos de la Universidad de Stanford que plantean la posibilidad de llevar a cabo la fotosíntesis artificial de forma semi-industrial en plantas generadoras de hidrógeno mediante el uso de piscinas de agua poco profundas expuestas al Sol.