El Pleno del Parlamento de Canarias apoyó ayer, por unanimidad aunque con varias enmiendas respaldadas, la iniciativa de Podemos de pedir al Gobierno regional que instaure en esta legislatura un impuesto "a las bebidas refrescantes hipercalóricas", a las que contengan "azúcares añadidos" y a los alimentos con alto contenido en grasas saturadas con el fin de luchar contra la obesidad.

La iniciativa defendida por Paco Déniz prevé que lo que se recaude por este impuesto se destine a sanidad infantil, a investigar la relación entre salud, alimentación y desigualdad social, así como a campañas de sensibilización sobre dietas saludables.

Déniz, que fue felicitado por grupos como el PSOE, recalca que "la gente más humilde es la más afectada por el poder patógeno de la comida basura, que es más barata". A su vez, insta a que se promocionen los productos locales y saludables, si bien se rechazó su idea de reducir las ayudas del REA a productos azucarados importados.