El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, José Manuel Baltar, ha afirmado este jueves que fijar un impuesto para gravar las bebidas azucaradas y la bollería industrial como pidió la semana pasada el Parlamento no disuade el consumo, tal y como ocurre con el tabaco, por ejemplo.

En una rueda de prensa en la que ha presentado el plan de consumo de frutas y hortalizas en centros educativos, ha señalado que se trata de un impuesto cuya gestión es "muy compleja" porque solo revertirá sus beneficios si es de carácter finalista para una función determinada en la sanidad.

Por ello, ha insistido en que lo más importante es la "prevención" y fomentar los hábitos de vida saludables, de ahí que haya remarcado la importancia de este plan porque convierte a los niños en "hilo conductor" de la buena dieta.

La consejera de Educación, Soledad Monzón, ha señalado que el Gobierno viene trabajando en una estrategia integral de alimentación saludable, pero por ahora, no piensan en una ley como la de Andalucía, que trabaja en la prohibición de la venta de bollos y refrescos de más de 200 calorías.

Quintero, por su parte, ha dicho que el Gobierno trabaja para abaratar el precio de la cesta de la compra y también aplica otras medidas como la eliminación de la subvención a los productos que contienen azúcar.