El sector hotelero canario registró en 2017 un total de 3.975 accidentes, 276 más que año anterior, pero el índice de incidencia -el número de percances respecto a la población trabajadora- descendió un 1,55%.

La consejera de Empleo del Gobierno regional, Cristina Valido, se congratuló ayer de la mejora del índice, pero manifestó su preocupación por "el elevado número de accidentes que sigue registrando el sector, cerca de 4.000, lo que representa una incidencia muy elevada, solo superada por el sector de la construcción".

Valido presidió la celebración de la Mesa Técnica de la Hostelería de Canarias, en la que dio cuenta a los agentes sociales y económicos más representativos de las Islas de los acuerdos alcanzados con Baleares para mejorar las condiciones laborales en el sector y que entre otros asuntos, plantea un reconocimiento de las enfermedades profesionales propias en el sector, la realización de un estudio específico sobre sus condiciones laborales o la creación de un servicio de prevención mancomunado.

"La mejoría de la incidencia, a pesar del incremento de la población activa, indica que van mejorando las condiciones de trabajo por lo que nuestro empeño es seguir trabajando con intensidad, reforzando la protección, información, formación y vigilancia para mantener esta tendencia descendente", afirmó la consejera.

Del total de accidentes registrados el año pasado en el sector hotelero, 3.950 fueron leves, el 38% producidos por sobreesfuerzos, 20 fueron graves y no se produjo ningún accidente mortal.

Como explica el informe sobre siniestralidad elaborado por el Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel), "en el caso del índice de incidencia, el dato del último año refleja un descenso a pesar del incremento de la población afiliada", unas 6.000 personas más que en 2016. "Esta evolución. Para que esta tendencia se consolide y el índice de incidencia continúe disminuyendo, es necesario que los sistemas de gestión de Prevención de Riesgos Laborales se optimicen y alcancen a todos los ámbitos relacionados con las condiciones de trabajo".

La consejera de Empleo resaltó el trabajo que se realiza junto a sindicatos y empresas para reducir la siniestralidad y aseguró que "es fundamental aprobar cuanto antes la guía de buenas prácticas aplicable para el sector como un instrumento para mejorar las condiciones de seguridad y salud de las personas que trabajan en los hoteles". "Es un estupendo documento que, a pesar de no tener validez normativa, permitirá actuar de una manera coordinada a empresas, sindicatos, inspectores, y técnicos de seguridad laboral del Gobierno", añadió.

La aplicación de la guía es una de las reclamaciones de los sindicatos que convocaron una huelga de camareras de piso a finales del año pasado. El paro no llegó a celebrarse, entre otras cosas a causa, precisamente, del compromiso del Ejecutivo de impulsar este instrumento y promover su uso en hoteles y apartamentos.