La familia real parece haberle cogido apego a Canarias. El rey Felipe VI realizó ayer su segunda visita a Tenerife en menos de un año -entre una y otra medió la protagonizada por la reina Letizia para inaugurar el curso escolar-, en este caso para asistir a la proclamación del Premio Fundación Princesa de Girona (FPdGi) Empresa 2018 y conocer de cerca las iniciativas de un grupo de jóvenes de espíritu emprendedor para combatir la desmotivación en el trabajo y lograr el difícil objetivo de que los lunes "molen".

La estancia del monarca en tierras tinerfeñas no estuvo rodeada de expectación popular -a diferencia de la ocasión anterior junto a su esposa y de la visita en solitario de esta-, sobre todo porque se centró en las actividades programadas en el Auditorio de Santa Cruz. No hubo, pues, ciudadanos afanándose por saludarlo o dirigirle unas palabras. Solo la nutrida presencia policial en la capital -y, en especial, en los alrededores del recinto- ofrecía indicios sobre la real visita.

La llegada de Felipe VI al Auditorio se produjo poco después de las 11:00 horas. Acompañado del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, y el presidente del Cabildo de Tenerife -entre otros representantes institucionales-, el rey mantuvo una reunión con la ejecutiva de la patronal de la provincia -CEOE-Tenerife- y, hacia las 11:45, hizo su aparición en la sala donde, desde casi tres horas antes, un grupo de cerca de 200 estudiantes de Universidad y Bachillerato trataban de dar respuesta al reto de convertir los lunes en un día ilusionante y de materializar su idea en un proyecto empresarial con garantías de éxito.

Trabajando en equipo, guiados por el emprendedor Xavier Verdaguer y bajo los principios del "método Lombard" -que establece que la línea recta no es la mejor solución para los problemas-, esos dos centenares de jóvenes -agrupados en equipos de cuatro cuyos integrantes no se conocían previamente- concibieron distintas iniciativas para dejar atrás la monotonía laboral y mejorar la productividad de las empresas. En mitad de las exposiciones de los seis grupos semifinalistas -de los que luego saldrían dos finalistas-, el monarca entró en el espacio ocupado por los futuros emprendedores, atendió a las explicaciones de algunos de ellos, se prodigó en apretones de manos, posó con el equipo de Verdaguer y con los participantes en el reto y se dirigió hacia la Sala de Cámara del Auditorio para presidir el acto institucional de proclamación del Premio que concede la fundación que lleva por nombre uno de los títulos que ostenta su hija, Leonor de Borbón.

La de ayer fue la tercera parada de los galardones de la FPdGi en un trayecto que culminará en junio, y precisamente en Girona, con la entrega de todos los premios. Mientras el jurado aún deliberaba en una sala anexa, los dos finalistas del reto emprendedor expusieron sus proyectos al público. Uno de ellos -el equipo blanco- planteó ofrecer formación y acompañamiento en creatividad y motivación a los trabajadores de las empresas. El otro -el equipo azul- defendió que la solución al desánimo laboral puede venir de intercambios periódicos entre empresas con intereses similares pero de sectores distintos. Se trata -en palabras de Miguel, portavoz del grupo y estudiante de la Universidad de La Laguna- de "intercambiar monotonía por motivación". Su propuesta convenció a los asistentes: la mayoría de tarjetas azules en manos del público certificó que este equipo estará en el "reto de retos" que se llevará a cabo en junio en tierras catalanas.

La ceremonia culminó con la lectura del fallo del jurado del Premio FPdGi Empresa 2018, constituido por el emprendedor Bernardo Hernández; Sergio Álvarez, ganador de 2016; el economista Fernando Fernández; el director general de Endeavor España, Adrián García-Aranyos; la directora general de Facebook España, Irene Cano, y el director de Twitter en España, Pepe López de Ayala, este último desde Miami, tal vez, bromeó el presentador -el humorista Juan Carlos Ortega-, por evitar un encuentro con la otra gran red social.

Ortega se refirió a los galardones como "los Nobel de los jóvenes", y a la Fundación Princesa de Girona como "una entidad que intenta ayudar a los jóvenes en todas aquellas actividades que luego les permitirán ayudarnos a nosotros". Con su presencia en Santa Cruz, destacó el presentador, la Fundación establece una alianza con la Estrategia Tenerife 2030, con la que el Cabildo de Tenerife hace "una apuesta de presente por el futuro de la Isla".

El acto tuvo una peculiaridad en relación a los celebrados en Mérida -donde se proclamó el premio de Artes y Letras- y Sevilla -sede de los de investigación científica-: el ganador se encontraba en la sala. José Miguel Bermúdez vio recompensada su trayectoria como emprendedor y su reciente contribución a afrontar los retos energéticos y del transporte: "Bound 4 Blue", un sistema que usa el viento como energía complementaria para buques mercantes, de pasajeros y pesqueros.