Canarias ha registrado en los últimos tres años un pequeño aumento de los embarazos adolescentes, una tendencia que había ido diminuyendo desde que empezó la crisis, cuando el Archipiélago concentraba el 10% de los casos de toda España.

Es uno de los aspectos que aparecen en el informe presentado ayer sobre la situación de la infancia y la familia en Canarias. El documento ha sido elaborado por un equipo multidisciplinar de expertos de las dos universidades canarias, coordinado por la catedrática de la ULL María José Rodrigo, y a partir de un encargo de la Consejería de Políticas Sociales, Empleo y Vivienda.

Esta "radiografía" sustituye la que se hizo en 1996 -un año antes de que se aprobara la Ley del Menor en las Islas-, que ha quedado obsoleta. "Los nuevos modelos de familia y las necesidades de niños y adolescentes han cambiado desde entonces", señaló ayer la consejera Cristina Valido.

La coordinadora de la investigación destacó que el Archipiélago está entre las cuatro comunidades autónomas con las tasas más altas de divorcio y que en un 24% de los casos las separaciones se tienen que resolver por la vía contenciosa porque "no existe una cultura de la mediación".

Además, señaló que uno de los grandes inconvenientes a los que se enfrentan las familias canarias y que más han llamado la atención de los investigadores es la falta de espacios de ocio y de transportes públicos en las islas menores que les permitan realizar actividades lúdicas o deportivas.

Para poder responder mejor a estas y otras demandas de las familias, la responsable reivindicó la urgencia de un observatorio de la infancia y la familia, que proporcione datos actualizados a las administraciones locales, insulares y autonómicas, además de a las entidades del tercer sector. En el mismo sentido, la experta abogó por que la administración active más foros para que las familias puedan expresarse.

Por último, pidió un registro de menores con medidas de protección con su correspondiente "ficha social".

Canarias está viviendo un envejecimiento progresivo de la población infanto-juvenil, lo que supone un problema demográfico a corto y medio plazo, sobre todo en islas como La Palma y La Gomera. Las razones de este cambio demográfico están en el descenso de la natalidad, la baja nupcialidad y el aumento de la edad de las madres, que ronda los 31 años en la actualidad.

En este sentido, la experta destacó la necesidad de que se articulen medidas de conciliación para favorecer la natalidad en Canarias, tales como la que ha puesto en marcha el Gobierno vasco -aumentar a 16 semanas la baja por paternidad de sus funcionarios- y extender la educación de 0 a 3 años, que en la actualidad tiene una presencia testimonial en el mapa escolar. "La familia canaria es amante de tener hijos". La caída es consecuencia, explicó, de la falta de medidas para la conciliación, pero "no solo para la madre, sino para el padre", subrayó. "Me niego a decir que esto ha cambiado por la incorporación de la mujer al trabajo".

Aunque tanto el diagnóstico como la ley del menor necesitaban actualizarse, Rodrigo defendió el trabajo realizado en los años 90 y aseguró que gracias a ello Canarias tiene una de las mejores redes de atención de todo el Estado.

Otro de los aspectos negativos del informe está en las islas menores, donde es necesario mejorar las dotaciones de los servicios sociales.