La mediación familiar tiene un largo camino por recorrer en el Archipiélago. Eso es lo que piensan los miembros de la Fundación Centro de Atención a la Familia, que el año pasado atendió a 1.000 familias y registró una espera media de dos meses. A su juicio, estas cifras y el incremento de conflictos entre padres e hijos ponen de manifiesto la necesidad de abordar esta problemática desde otra perspectiva, más centrada en la prevención. "Canarias no ha hecho la tarea de prevención en los conflictos familiares", advirtió ayer el director de la entidad, Raimundo Moreno.

La abogada y mediadora familiar del centro, Isabel Vilar, añadió que la complejidad que entrañan las situaciones de agresiones verbales o físicas entre padres e hijos, ya que los primeros se resisten a ir a la justicia, hace imprescindible articular otras formas de justicia restaurativa. En estos casos, la experiencia demuestra que la mediación es una vía adecuada para solucionar estos conflictos, pero en las Islas "no se invierte en prevención", lamentó.

El centro, que en sus 35 años de experiencia ha atendido a más de 500.000 personas, celebrará a final de mes su sexto simposio sobre guarda y custodia, al que acudirán expertos nacionales para analizar los problemas a los que se enfrentan hoy las familias. Los representantes, que ayer avanzaron el programa del evento, explicaron que este está destinado a jueces, fiscales, abogados, psicólogos, sanitarios, trabajadores sociales, educadores o las propias familias.

Uno de los ponentes invitados será el magistrado de la Audiencia de Barcelona Pascual Ortuño Muñoz, que planteará las ventajas de introducir la figura del coordinador de parentalidad en procesos de separación en los que los padres son incapaces de ponerse de acuerdo en aspectos básicos.

Esta nueva figura -que el centro lleva años reivindicando sin éxito que se impulse en Canarias- es un profesional encargado de velar para que se cumpla lo dispuesto en las sentencias de separación y por la estabilidad emocional y psicológica de los menores. Sin embargo, "no ha habido una apuesta clara para que se ponga en marcha este recurso", lamentó ayer Moreno.

Para el director, la importancia de esta figura es mayor si se tiene en cuenta que Canarias es una de las comunidades con más índice de divorcios, muchos de ellos conflictivos. A esa cifra, apunta, hay que sumar todas aquellas separaciones que no salen en las estadísticas porque no estaban formalizadas de manera oficial. "Es posible que superen incluso los registros oficiales de divorcios".

Los representantes del centro advirtieron también de que la solución no pasa por construir más centros para menores, sino por evitar que lleguen a estos. Según su experiencia, el 80% de los menores que acaban en estos recursos no termina la Educación Secundaria. Tampoco se puede tolerar, destacaron, que menores tutelados por la Administración terminen con medidas judiciales, porque en esos casos el sistema ha fracasado.

El antídoto contra la violencia

"La mediación familiar extrajudicial es un antídoto contra la violencia dentro de las familias, porque se aborda el conflicto impidiendo su escalada y mejora las relaciones evitando el enfrentamiento judicial", sintetizó Moreno en la presentación del VI Simposium sobre Guarda y Custodia, que en esta ocasión se desarrollará bajo el lema "Mejoramos las familias, mejoramos las personas" los días 26 y 27 de abril en el Centro de la Familia de Tenerife.

Dos días de debate sobre el futuro de la infancia

Esos dos días, el 26 y el 27 de abril, se abordarán a través de mesas redondas y ponencias los aciertos y errores en el abordaje de los problemas en la educación de la infancia, el papel de los peritos y los jueces en el futuro de los niños, la violencia sexual hacia la mujer, las oportunidades que da la mediación o el papel de las personas mayores en las familias.