No hubo sorpresas y, ayer, se cerró la comisión regional para el estudio de la reforma del sistema electoral canario con un pacto entre la mayoría de grupos, pero con el desmarque de CC y ASG. Esto obliga a llevar el acuerdo mayoritario al Congreso de los Diputados para que se traslade al nuevo Estatuto autonómico ahora en debate porque no se dispone de la mayoría cualificada y pertinente de tres quintas partes: 40 votos en la Cámara canaria, frente a los 39 que ahora tiene esta alternativa.

Frente a la lista de restos anunciada en la última comisión por PSOE, PP, Podemos y NC si CC no aceptaba la autonómica, el pacto definitivo consiste en una regional (aún por detallar, pero con un máximo de 9 escaños a añadir a los 60 actuales). Además, habrá un diputado más para Fuerteventura para compensar su mayor población respecto a 1982, lo que le ha desequilibrado sobre La Palma, y una rebaja de las barreras regionales e insulares.

Estos cuatro partidos habían acordado que, si CC no aceptaba su propuesta de lista regional de 7 diputados y otros tres a repartir entre Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura, o, en su defecto, una autonómica de 9 más ese otro escaño compensatorio para la Isla Majorera, aprobarían en Madrid una lista de restos de 9 más el de Fuerteventura. Sin embargo, ayer recularon y decidieron que, ante la negativa de los nacionalistas y del partido de Casimiro Curbelo, debatirán el próximo día 14 de este mes en las Cortes, y dentro de la ponencia sobre el Estatuto, introducirán esa lista regional. Eso sí, deberán concretarla y determinar si definitivamente la componen 9 diputados más (que es lo más probable), 7 u otra cifra, aunque siempre añadiendo un total de diez a los 60 actuales.

Frente a las dudas jurídicas, de nuevo, deslizadas por el portavoz de CC, José Miguel Ruano, el resto de partidos están convencidos de que podrán concretar la propuesta y aprobarla a tiempo para que se pueda aplicar en las próximas elecciones autonómicas, previstas para mayo de 2019, tal y como se propusieron desde el comienzo de esta legislatura y no han parado de decir en la comisión.

En nombre de los partidos del pacto, ayer hizo de portavoz Noemí Santana (Podemos), quien lamentó la postura de CC y ASG y su rechazo a las dos alternativas que les habían planteado. No obstante, resaltó el acuerdo del resto y dijo que lo presentarán como propuesta de dictamen ante el pleno del Parlamento (22 de este mes) y lo defenderán en las Cortes para incorporarlo al Estatuto. A su juicio, no hay motivos para pensar que esta unidad se romperá en el Congreso y hasta los cuatro partidos confían en sumar también a Cs, con lo que la mayoría en Madrid sería casi total. Sobre los plazos, y si bien admite que "son ajustados", cree que "hay tiempo para que la reforma se apruebe antes de las elecciones, así que no debe cundir el alarmismo".

Por el PSOE, Gustavo Matos criticó ayer a CC por no sumarse al acuerdo del resto ni querer cambiar un sistema simplemente porque les conviene, mientras que Luis Campos (NC) considera que solo ha habido "inmovilismo".

Ruano (CC) negó ayer el inmovilismo que le achacan el resto y recalcó que plantearon subir de 60 a 63 diputados, con uno nuevo para Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura para compensar el crecimiento poblacional. El portavoz nacionalista lamenta que, tras dos años de comisión, no se alcanzase un acuerdo en Canarias y todo se derive a las Cortes y al nuevo Estatuto, si bien matizó que tendrá que encauzarse también con una ley regional. Eso sí, y como ha hecho en otras ocasiones, dejó abierta la opción de que su grupo presente recursos jurídicos porque no está convencido de que el proceso para el cambio cumpla con los preceptos establecidos, si bien no lo anunció oficialmente ni profundizo más en este aspecto. A su juicio, y frente al modelo de CC de construir Canarias desde las islas y, partir de ahí, la visión regional, ha prevalecido otros intereses y una concepción del Archipiélago que su grupo no comparte y que va en contra de un sistema que, si bien siempre se ha criticado, ha durado desde las primeras elecciones (1983) sin cambios tan profundos ni listas regionales o de restos, aunque esta segunda la cree aún peor por poco transparente.

Por su parte, Curbelo anunció que ASG presentará un voto particular para el dictamen de la comisión consistente en mantener el sistema vigente y en bajar solo la barrera regional al 3% y la insular al 15.