Los costes laborales unitarios -un indicador que relaciona los salarios con la productividad- crecieron cerca de un 25% en España entre los años 2000 y 2016. En ese periodo, Canarias se anotó uno de los incrementos más elevados del país, un 31,1%, solo por debajo de Baleares (41,7%), Murcia y Cantabria (ambas con un 32,2%).

La Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) han estudiado la evolución de los costes laborales unitarios (CLU) en lo que va de siglo. Su análisis permite apreciar dos periodos muy diferenciados, tanto en las Islas como en el conjunto de España: los años transcurridos entre 2000 y 2009, en el que los salarios crecieron con fuerza y la productividad solo experimentó "un ligero avance", y la etapa comprendida entre ese último año y 2016, en la que los CLU bajaron al moderarse el alza de los salarios y la productividad "aceleró su crecimiento a costa de la intensa destrucción de empleo".

Fundación BBVA e IVIE explican que los costes laborales unitarios -los salarios por hora trabajada divididos por la productividad en esa misma unidad de tiempo- son un indicador de la competitividad, de manera que cuanto más altos sean menos competitivo es el territorio en cuestión.

El estudio constata que el aumento de los CLU durante el total del periodo analizado ha sido "un fenómeno generalizado" en todas las comunidades. La media del país se situó en el 24,7%, superior al promedio de la Unión Europea, que se quedó en el 18,7%. Solo un grupo reducido de regiones experimentó alzas inferiores o equivalentes a las medias nacional y comunitaria: Castilla y León y Extremadura (18,7%), Aragón (18,2%), Castilla-La Mancha (17,2%) y, en especial, Navarra (16,1%).

Que Canarias haya presentado uno de los incrementos más significativos de los costes laborales unitarios no le impide ser una de las regiones con los sueldos más bajos. Solo Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia tuvieron en 2016 un coste laboral medio -salario por hora trabajada- superior al del Archipiélago.

BBVA e IVIE concluyen su análisis recomendando que las subidas salariales se "acompasen" con la evolución de la productividad. "Solo con ganancias de productividad es posible al mismo tiempo mejorar la competitividad y los salarios", apuntan.