Tenerife cuenta desde ayer con un nuevo espacio dedicado a la formación y la transmisión de las investigaciones sobre el trastorno del espectro autista (TEA). Ha sido la Asociación de Padres de Personas con Autismo de Tenerife (Apanate) los que han puesto en marcha esta iniciativa, cuyo centro se encuentra en la sede de la asociación, en La Laguna.

Tras realizar la inauguración en el exterior del nuevo edificio llamado "Espacio Autismo", los asistentes se trasladaron a una sala en el interior de este. En aquel lugar fue donde recibieron la primera jornada -de tantas que habrá- de formación y divulgación científica sobre lo que es el TEA y cómo hay que tratarlo.

En la primera mesa de la mañana, compuesta por dos psicólogos, Pedro Jiménez y Miguel Llorca, y una pedagoga, Yolanda Molina, se dieron las pinceladas más importantes para entender el trastorno, su pasado, su presente y su futuro.

Los tres remarcaron lo mucho que ha cambiado la forma de entender el TEA desde que ellos empezaron a trabajar, concretamente en Apanate. En tan solo tres décadas se han dado muchísimo pasos en el conocimiento del trastorno, lo que también ha cambiado las formas de abordarlo.

No obstante, y como alertó Miguel Llorca, el avance no siempre significa mejora. "Aunque detectamos la enfermedad mucho antes que hace apenas 20 años, después no tenemos donde tratarlos", explicó.

De hecho, Canarias es una de las pocas comunidades autónomas que no cuenta con una red de Atención Temprana. Esto finalmente, conlleva a que sean las asociaciones como Apanate o servicios como el Aula de Psicomotricidad de la Universidad de la Laguna (ULL), quienes deban asumir esa responsabilidad.

Asimismo, Llorca insistió en la necesidad de poder tratar a estos niños sin necesidad de un certificado de discapacidad. "La atención temprana dejará de ser eficaz si se tiene que esperar 14 meses mínimo para obtener el certificado de discapacidad", insistió el psicólogo.