El pleno del Consejo Rector del Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel) -del que forman parte el Gobierno regional y las organizaciones empresariales y sindicales con mayor representatividad en Canarias- certificó ayer el descenso en el índice de accidentalidad registrado en 2017.

El viceconsejero de Empleo, Emilio Atiénzar, puso el acento en los "buenos resultados" del año pasado y aseguró que "la labor conjunta de todas las partes está permitiendo que los puestos de trabajo sean más seguros y saludables en las Islas".

El viceconsejero recordó que a pesar del incremento de población trabajadora ocupada durante el pasado año, 45.500 personas más según la Encuesta de Población Activa (EPA), "el número de accidentes laborales se estabilizó e incluso descendió el índice de incidencia en más de 4 puntos".

Durante el periodo 2017 se notificaron un total 23.849 accidentes de trabajo con baja, de los que 23.679 fueron de carácter leve, 155 graves y muy graves y 15 mortales.