La accidentada entrada en vigor del descuento del 75% para los viajes con la Península de los residentes canarios mantiene estos días en una actividad intensa a las agencias de viajes, unas empresas a las que la irrupción de internet no parece haber afectado demasiado. El presidente de la confederación que las agrupa (CEAV), Rafael Gallego, se muestra sorprendido por el revuelo que ha caracterizado la aplicación de la nueva bonificación, pero también satisfecho de sus resultados. Gallego es crítico con la falta de previsión ante la recuperación de los destinos turísticos que compiten con el Archipiélago. "Nos ha pillado muy mal, como siempre", dice.

¿Cómo está siendo este verano para las agencias de viajes?

En el negocio receptivo estamos en la tónica del resto de destinos de nuestro país, con la apertura de los destinos competidores. El hecho de que Turquía, Egipto, Grecia y Túnez estén abiertos, y además con una estrategia de precios que hace que sea entre un 40% y un 50% más barato visitar estos destinos que los nuestros, hace inevitable que nos veamos afectados. Respecto al negocio emisor, la verdad es que está yendo bien. Podemos decir que hemos superado la crisis.

Esa recuperación de los destinos competidores era anunciada desde hacía tiempo. ¿En qué situación nos coge?

Ya lo llevábamos advirtiendo. En el último trimestre del año pasado, cuando se empezaba a hacer balance, dijimos que este era efectivamente un año récord, pero que había que pensar que en 2018 las circunstancias no iban a ser las mismas. Es cierto que íbamos a crecer, pero no en la misma medida, aunque eso es más para ocuparse que para preocuparse. En 2018 ha empezado a haber camas para el mercado nacional. Durante los tres años anteriores a un residente en España le salía más barato pasar una semana en el Caribe o en la Riviera Maya que en Canarias o en Baleares. ¿Por qué? Porque no había camas o eran muy caras. En 2018 la caída de ocupación por parte de otros mercados la está cubriendo el mercado nacional. ¿Cómo nos ha pillado esta situación? No desprevenidos, pero sí esperando hasta última hora a ver si el mercado se recuperaba, cuando las agencias de viajes veníamos diciendo que había que tener ojo, que los turistas se estaban yendo. Nos hemos encontrando incluso con que están sacando ofertas de última hora para algunos destinos españoles, entre ellos Canarias, pero cuando ya hemos vendido los viajes a otros destinos que eran más baratos en ese momento. La situación nos ha pillado mal, muy mal, como nos pasa siempre.

Se suele advertir de que Canarias no debe competir en precios con esos destinos, pero ¿se han subido demasiado los precios de los hoteles durante este periodo?

Sí, más en Baleares, pero en Canarias también. 2018 está yendo como va. Pensamos que íbamos a salvar los muebles porque a los touroperadores y las agencias se les había obligado a firmar en 2016 que si querían camas para 2017 debían garantizarlas también para 2018. Lo que estamos viviendo tiene que ver en parte con eso, con que los touroperadores y las agencias tenían preparado ya determinado cupo de camas. Pero para 2019 no hay nada garantizado. Esto quiere decir que las agencias y los touroperadores no tienen necesidad de desviar tráfico al destino porque no tienen garantía, así que optarán por los destinos que les den más facilidades. Ni Canarias ni España deben ni pueden entrar a competir en precios con estos destinos, por razones obvias. En estos países los costes sociales y laborales son infinitamente más bajos. No se puede obligar a los trabajadores a renunciar a una parte de sus derechos. Tanto Turquía como Egipto están subvencionando a las compañías aéreas para que vuelen a esos países. España no puede porque la Unión Europea se lo prohíbe. Hay otra razón más importante: cuando un turista opta por venir a Canarias paga un precio por un paquete, por una estancia, en el que hay una serie de servicios colaterales que no está pagando directamente, pero los lleva incluidos: seguridad ciudadana, infraestructuras públicas, seguridad sanitaria. Cuando un turista llega a nuestro territorio se puede mover por él en coche de alquiler, en guagua discrecional, en guagua regular, y cualquier tipo de situación se le soluciona. Cuando va a otros destinos solo puede moverse en el entorno del resort, no tiene las condiciones sanitarias y médicas que tenemos nosotros, y si las necesita tiene que pagarlas. Eso es algo que no se ha puesto en valor. En estos años se ha hablado de tasas turísticas, de ecotasa. Siempre nos oponemos a esas medidas con argumentos claves: los turistas pagan impuestos desde que llegan a Canarias y nuestro segmento de turistas compite por precios. En Baleares han subido la tasa y se están encontrando con mayores dificultades para cubrir una cifra decente de ocupación, a pesar de que su temporada alta es el verano, a lo que se suman los dos años que llevan halando de turismofobia y de que los turistas no son bienvenidos.

El Cabildo de Tenerife ha propuesto una tasa sobre el alquiler de coches. ¿Le parece una medida acertada?

En Baleares también se hablaba de esta tasa, pero no se ha aplicado. Vuelvo a mi posición sobre las tasas turísticas. Los que las defienden suelen decir que en Roma, París o Barcelona se pagan. Sí, pero si quieres ver la torre Eiffel tienes que ir a París, si quieres ver el coliseo tienes que ir a Roma o si quieres ver la Sagrada Familia tienes que ir a Barcelona, que además es un destino con un gran peso del turismo de negocios. Nuestros turistas vienen básicamente al sol y playa, que es algo que se lo puede ofrecer cualquier destino. Además, ¿en función de qué se imponen, en qué se van a invertir? En Baleares aún no lo saben. Habrá que imponerlas con un fin, con una razón.

En Tenerife iría destinada a mejorar la movilidad en la Isla y a terminar con los colapsos.

¿Usted vive en Tenerife?

Sí.

¿Y en realidad los colapsos de las carreteras tienen que ver con los turistas?

La verdad es que no.

He hablado con gente en Baleares que culpa al turismo de los atascos, pero en enero o febrero las carreteras están colapsadas, y son meses de temporada baja. En Tenerife pasa lo mismo. La concentración de ciudadanos se produce en una franja muy corta; entre Santa Cruz y Puerto de la Cruz vive más del 50% de la población. Culpar del colapso a los coches de alquiler y los turistas es excesivo. No vemos lógico que a los turistas Canarias les salga aún más caro que otros destinos. No competimos en igualdad de condiciones y no podemos bajar precios, pero tampoco encarezcamos.

¿Qué parte de los turistas que llegan a Canarias lo hace a través de agencias de viajes?

Dentro de España es de las cifras más altas. Llega al 75%. En Baleares alcanza el 70%. Al ser un destino, para muchos de nuestros turistas, de larga distancia, es todavía una parte muy importante. Hay que potenciar el apoyo a las agencias de viajes, no solo en el mercado europeo, sino también en el nacional. Las agencias van a traer muchos turistas nacionales a Canarias.

¿Ese turismo nacional despegará finalmente este año?

Estamos convencidos de que este año se recuperará más que en 2017. Entre 2015 y 2017 no había camas, porque estaban todas destinadas a turistas extranjeros, y las que quedaban eran tan caras que era más barato irse una semana a la República Dominicana o a Cancún que al sur de Tenerife o Gran Canaria. Ahora hay camas y el turismo peninsular se está recuperando, pero no al ritmo que quisiéramos. Esperamos que 2019 sea el año de la recuperación, porque ya habrá pasado la resaca de esos años. Las ofertas para el mercado nacional han llegado tarde porque los hoteleros han estado esperando hasta última hora. Los turistas españoles han cambiado sus hábitos. Durante la crisis esperaban a los últimos quince días para reservar. Ahora han recuperado los hábitos anteriores a la crisis. Nuestra esperanza es que en 2019 se dispare la llegada de españoles. Entiendo que los empresarios de alojamiento no esperarán a finales de julio para sacar los buenos precios, sino que darán a las agencias los mejores precios desde el principio.

¿Entiende qué ha pasado con el descuento del 75%?

No. Nosotros dábamos por hecho que entraría en vigor a principios de julio. Luego nos quedamos todos sorprendidos, no solo los empresarios, sino la sociedad y los propios políticos canarios. Ahora ha entrado en vigor con toda la normalidad. He podido ver en algún foro que se discute que realmente sea el 75%. Nosotros estamos haciendo un seguimiento absoluto y de momento sí es el 75%. Lo que no podemos olvidar es que hay una parte del precio que no es bonificable, que son tasas e impuestos y suponen entre 15 y 17 euros en función del aeropuerto.

¿Cómo están siendo estos primeros días para las agencias de viajes?

Han crecido un 50% las ventas. Hay que tener en cuenta que muchos ciudadanos esperaron a que saliera la bonificación para sacar los billetes. Esperamos que el crecimiento a lo largo del año sea similar al de los vuelos interinsulares, entre el 30% y el 35%, que es una cifra muy importante.

¿Qué supondría que el descuento se hiciera sobre la tarifa bonificable y no sobre la regular?

Sinceramente, ahora mismo está hecho sobre toda la tarifa. No entiendo qué polémica hay, porque toda la tarifa está bonificada.

¿Se ha metido demasiado la política en este asunto?

Creo que han intentado opinar en un campo que desconocen en lugar de asesorarse con los profesionales. Eso pasa muchas veces con los políticos. No pasa nada por consultar a un técnico, a un profesional. No por eso vas a parecer menos interesante, menos importante. Además, han creado la sensación a la ciudadanía de que se van a manipular las tarifas? No había necesidad de crear esa alarma social. Para eso estamos las agencias de viajes, para vigilarlo.

¿Y no teme que con el tiempo puedan subir los precios?

Estoy convencido de que no va a pasar. Primero, por la sensibilidad que hay en todos los estamentos de la sociedad: los periodistas, los políticos, la ciudadanía, los empresarios? estamos todos muy atentos para que no pase. Lo que sí es cierto es que no bajo la guardia. Estamos constantemente mirando los vuelos. Segundo, espero que el Ministerio de Fomento haya preparado una herramienta de control para que esto no suceda, porque si no la tiene preparada los ciudadanos de Canarias y Baleares seríamos dos veces perjudicados: de poco habría servido el descuento y seguiríamos pagando lo mismo y, además, cuanto más caros sean los precios más tiene que desembolsar el Estado, que somos todos. Entiendo que Fomento está haciendo un seguimiento. Por último, aquella compañía que osase aprovechar estas circunstancias se iba a ver retratada ante la sociedad. No tengo el temor que teníamos en otras ocasiones.

¿Cree que es suficiente la inversión pública en turismo, en particular en Canarias?

No, ni en Canarias ni en el resto de España. El turismo es la primera industria de Canarias y necesitaría de alguna manera no sé si mayor inversión o una inversión más eficiente. Aquí hay algo importante y que hay que transmitir a la sociedad: cuando se invierte en una zona turística o en determinados puntos claves para el turista, los primeros que vamos a disfrutar de esa inversión somos los propios residentes, porque los turistas están quince días. Esto lo ligo a un asunto muy importante, el famoso estatuto de municipios turísticos, que es como el mirlo blanco: todo el mundo habla muy bien de él, pero nadie lo ha visto. Sería la fórmula ideal.