La consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias recordó ayer que el calor nocturno intenso puede alterar el sueño y afectar a la salud, especialmente en las personas más frágiles como enfermos crónicos, bebés y personas mayores.

El descanso nocturno es fundamental para recuperase del desgaste físico y mental sufrido durante el día, consolidar las capacidades memorísticas y afianzar los conocimientos aprendidos, ha precisado Sanidad en un comunicado.

Las alteraciones del estado de ánimo, principalmente la irritabilidad, así como la incapacidad para concentrarnos correctamente y la disminución del rendimiento laboral son algunas de las consecuencias de la mala calidad del sueño provocadas por el calor nocturno que perturba las funciones térmicas del organismo y mantiene el cerebro en alerta durante la noche.

Las complicaciones para conciliar el sueño son mucho mayores en épocas de calor debido a las dificultades del organismo para regular la temperatura corporal ideal durante las horas nocturnas, para lo que la temperatura externa debe situarse entre los 20 y los 22 grados.

La vasodilatación y la transpiración mediante el sudor son los principales mecanismos que permiten al cuerpo humano disminuir la temperatura interna.

Sin embargo, el calor perturba estas funciones térmicas del organismo provocando que el cerebro esté en alerta durante la noche, impidiendo el descanso.

La semana pasada, las Islas y la Península vivieron jornadas de mucho calor, con temperaturas por encima de los valores normales, aunque no ha sido uno de los años más calurosos por el momento.