Hay que prevenir, pero no restringiendo el acceso, sino concienciando más a la sociedad del papel de los sanitarios. El Sindicato Médico Canario cree que no hay que incrementar las medidas de seguridad en las urgencias hospitalarias, sino llevar a cabo un trabajo de sensibilización. "Más que seguridad, lo que falta es educación sanitaria", advierte Natacha Sujanani, vicepresidenta del Sindicato Médico Canario.

La representante de la organización recuerda que la sanidad es un derecho universal y que no se puede ni se debe restringir el acceso a los ciudadanos. Con respecto al incendio originado supuestamente por una ciudadana en las urgencias del Hospital Nuestra Señora de la Candelaria, Sujanani asegura que ese día no hubo saturación del servicio ni ninguna señal de alarma previa más allá de las quejas habituales. "Si llamamos a la policía cada vez que alguien levanta la voz, amenaza o increpa a un sanitario, montamos una comisaría allí", dice con tristeza.

El 13 de agosto, cuando las urgencias pediátricas sufrieron el incendio, "el tiempo de espera estaba por debajo de la media". No obstante, Sujanani recuerda que el orden de atención en cualquier servicio de urgencias se hace en función de la gravedad de los pacientes y no según el orden de llegada.

Si tras "el triaje" se decide que una persona puede esperar a ser atendida -recuerda la vicepresidenta-, "es una buena señal". El primer objetivo de los médicos es "salvar vidas, mitigar el dolor viene después", subraya.

"No creo que lo ocurrido se deba a ningún fallo de seguridad, tiene que ver más con la falta de respeto hacia los profesionales y eso es algo que debemos trabajar como sociedad".

Una medida para reducir la saturación de las urgencias en otros momentos del año -en verano suele estar por debajo de la media- y que depende solo de la propia ciudadanía es el uso "racional" de los servicios. Eso pasa, en primer lugar, por acudir en primera instancia a los recursos que el paciente tiene más cerca antes de ir a un servicio de urgencias de tercer nivel.

La vicepresidenta agradeció el "enorme" trabajo que han realizado todos los trabajadores de limpieza y mantenimiento, entre otros, para que el servicio de urgencias "haya vuelto a la normalidad" en un "tiempo récord".

Además, volvió a destacar la entrega del resto de profesionales sanitarios de ambos hospitales el día del suceso.

las claves

"No hubo saturación". El Sindicato destaca que el día del incidente no hubo saturación del servicio de urgencias y que el tiempo de atención estuvo por debajo de la media.

Amenazas recurrentes. Los médicos recuerdan que tratan constantemente con pacientes o familiares que alzan la voz o les increpan y no es posible llamar a la policía constantemente.

"Salvar vidas". El objetivo de los médicos es salvar vidas y si un paciente puede esperar "es una buena señal".