La escasa penetración de las energías renovables en Canarias -una región con sol y viento en abundancia- ha sido un clamor durante años. El consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno autonómico, Pedro Ortega, está convencido de que la actual legislatura supondrá un punto de inflexión en ese aspecto. Mantiene su confianza en que en 2025 el 45% de la electricidad se genere mediante fuentes limpias, pese a que ahora la proporción no llega al 20%. No es el único aspecto relacionado con su departamento en que es moderadamente optimista: cree que el trabajo constante -con "pico y pala"- permitirá elevar el volumen de empresas isleñas con proyección exterior y ve el Archipiélago como un "laboratorio natural" para el ensayo de nuevas tecnologías exportables a todo el mundo.

La convocatoria de la nueva subasta de energía eólica para Canarias parecía inminente antes del cambio de gobierno en España. ¿Qué ha pasado?

Realmente sigue siendo inminente. Lo que ocurre es que ahora tendríamos que hablar en pasado. Preveíamos que en julio la subasta ya fuera una realidad. Ese era el acuerdo que teníamos, pero en junio ocurrió el cambio de gobierno y a partir de ahí se produce, como es lógico, un periodo de transición o de cambios que hace que ciertas cosas que están administrativamente en camino se puedan quedar retardadas. Desde el minuto uno en que se formó el nuevo gobierno pedimos reuniones y nos pusimos en contacto con el Ministerio de Transición Ecológica. El presidente Clavijo se ha reunido con la ministra, yo le acompañé y me reuní también con el secretario de Estado. La semana que viene nos reunimos con la directora de Energía. Hemos estado intentando recuperar los tiempos y poniendo en antecedentes al nuevo gobierno sobre la importancia que tiene que salga la subasta. Ayer mismo (por el jueves) hablé con el secretario de Estado y me anunció que en los primeros días de septiembre estarán en condiciones de decirnos para cuándo saldrá la subasta. Confiamos en que sea pronto, pero me han comentado que hay ciertas cositas, trámites, que quedan por resolver y que creen que pueden estarlo en los próximos días.

¿Será este año o se puede retrasar al próximo?

Confío en que sea este año. No contemplo otro escenario que este año. Esperemos que luego seamos capaces de recuperar el pulso de la segunda convocatoria (fotovoltaica), que estaba prevista para marzo de 2019. Así lo he transmitido al Ministerio. Hemos tenido que explicarles dónde estábamos. El Ministerio tendrá muchos expedientes encima de la mesa, pero queremos que prioricen este, porque es vital. Nos hemos marcado el objetivo de un 45% de renovables en 2025. Ya el 20% lo tendremos ahí a finales de este año. Queremos seguir avanzando y es vital que estas dos subastas salgan, igual que es vital avanzar en otros proyectos, como la central hidroeléctrica de Chira-Soria o ciertas interconexiones, en los que también seguimos avanzando. Está claro que esta legislatura será la del cambio energético en Canarias. Estamos contentos, porque El Hierro fue un 96% renovable en julio, Gran Canaria un 21%, Tenerife está en torno a un 15%... Y eso que solo hemos puesto el 20% de lo que se va a instalar este año. Cuando todo esté en funcionamiento, con todas las infraestructuras, se va a dar un salto. Julio de 2019 va a suponer un cambio radical.

¿Entonces sigue siendo realista el objetivo del 45% para 2025?

Sí, sí. Sigo considerando que se puede. No es fácil. Canarias es un territorio fragmentado y para alcanzar el 45% es necesaria la suma de muchas islas. El Hierro ya cumple sobradamente, pero es verdad que las islas de gran consumo tienen que avanzar y hay otras donde aún tenemos que hacer algunas cosas. Pero confío en que será posible. Será una mezcla de tecnologías. La eólica va a ser importante, habrá más de 1.000 megavatios, unos 300 en eólica marina. Esperamos que la geotermia empiece a participar; de hecho estamos hablando con el clúster de la geotermia de Europa, nos hemos reunido con ellos para entender cómo poder dar el salto y utilizarla más en Canarias.

Hace unos años prácticamente se descartaba la geotermia para la producción de energía eléctrica.

Aquí no hay nada descartado, pero el coste es alto y hay que estudiar cómo hacerlo. Lo primero que hicimos fue crear un grupo de trabajo, que sacó unas guías de la geotermia. Hemos lanzado líneas de subvenciones para climatización de piscinas mediante geotermia de baja entalpía. La alta, para producir electricidad, es costosa. Los cabildos están invirtiendo para avanzar. Hay que buscar un punto donde pinchar en la tierra, y eso cuesta en torno a 20 millones de euros y puede ser que no sea el punto adecuado, con lo que puede fracasar. Hay que hacerlo con la mayor certeza posible y cada vez estamos más cerca de eso. Eso será el disparo de la geotermia y permitirá que forme parte del sistema energético.

¿Habrá fondos europeos para geotermia?

Hemos trabajado también para eso. Queremos que en la directiva de renovables que va más allá de 2020 se puedan adoptar medidas políticas y económicas diferentes en las regiones ultraperiféricas que permitan que estas energías se puedan introducir más. Las RUP tenemos un problema de aislamiento, no estamos conectadas al continente y somos dependientes del exterior. Sin embargo, todas las regiones tenemos unos recursos renovables importantes. Todo lo que hagamos para introducir renovables significará una mejora de la competitividad de las regiones ultraperiféricas, de la sostenibilidad, una menor dependencia del exterior. Canarias lidera la red de energía de todas las RUP. Conseguimos que se incluyeran artículos específicos para nuestras regiones en la directiva europea. Ahora se trata de esperar que, basándonos en esas propias reglas, podamos adoptar medidas económicas para que la geotermia tenga también una parte importante en el sistema. Su ventaja es que es gestionable, que es lo que necesitamos. Eso lo conseguimos un poco con Gorona del Viento y lo haremos con Chira-Soria y también con lo que se haga en Tenerife cuando se identifique exactamente el punto donde habrá un hidrobombeo similar.

¿No se ha identificado aún?

Estamos trabajando. Nos consta que el operador del sistema (Red Eléctrica) está trabajando en ello y que tiene diferentes propuestas que en breve pondrá encima de la mesa. Nosotros tendremos que seguir trabajando para seguir, porque cuando lleguemos al 45% querremos ir más allá. Es nuestra obligación y en eso estamos.

Desde algunos ámbitos académicos se cuestiona el coste de la eólica marina y su dificultad en algunas islas.

Ya hoy Canarias tiene el primer aerogenerador marino de España y el primero sobre fondo del sur de Europa. Es, además, un prototipo hecho en España con tecnología española. Casi el 50% de la inversión se ha ejecutado por empresas radicadas en Canarias, con lo que ha dejado valor añadido en nuestra tierra. Es un prototipo exportable. El otro día vino una expedición japonesa a verlo para conocer la tecnología. El impacto visual se reduce. Tenemos problemas de espacio, con lo que el mar es una buena alternativa. En el mar los flujos de aire son continuos, y eso produce una energía de mayor calidad. Todo es cuestionable en esta vida, pero creo que son más quienes apoyan el proyecto que quienes lo cuestionan. En este momento se está avanzando en el abaratamiento de la instalación. Esta, en concreto, se abarata en un 30%. Los aerogeneradores los llevan los propios remolcadores del muelle, así que te ahorras el coste de la grúa. Genera empleo y riqueza local y además trabajamos en la sostenibilidad. Es una opción de futuro en la que parte de la energía renovable que tengamos podrá venir del mar. Asociada a esa energía también se podrán hacer otro tipo de actividades. ¿Por qué no se va a combinar, por ejemplo, con los cultivos de piscicultura?

¿Tienen alguna previsión sobre la autorización por parte del Gobierno central de la regasificadora de Granadilla?

Eso está en manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Se supone que el operador ha presentado la información, que el Ministerio se la ha enviado a la CNMC y esta la estará analizando. Nosotros sencillamente esperamos.

Canarias se dotó hace casi un año de una estrategia para favorecer la internacionalización de la economía. ¿Cómo se están aplicando las medidas contenidas en el documento?

De hecho, cuando aprobamos la estrategia ya un 32% de las medidas se aplicaban. Hemos seguido ahí, introduciendo nuevas medidas y avanzando en ellas. Había tres tipos de medidas: estructurales, de atracción de inversiones y de potenciación de la salida de nuestros productos y servicios. En las tres se está trabajando, buscando mejorar la parte aduanera, eliminar las barreras de conectividad, atrayendo inversiones? Un ejemplo en el capítulo de exportaciones: hemos hecho un estudio de los productos industriales canarios que podrían tener un cierto mercado en Senegal y estamos profundizando en él con las empresas. Espero volver a desplazarme a Senegal antes de final de año para seguir trabajando. Estamos en contacto con alguna empresa de distribución que se está estableciendo y creciendo en el mercado senegalés con el fin de arropar los productos elaborados en Canarias. Es un mercado muy interesante. También trabajamos en otros países, como Cabo Verde. Confiamos en ir creciendo poco a poco. Es un trabajo de pico y pala. También hay acciones, como el multilingüismo, que están tomando los propios centros educativos.

Suele destacarse la seguridad jurídica de Canarias como su principal ventaja para convertirse en polo de negocios en el Atlántico medio. ¿Es la conectividad su gran punto débil?

Tenemos que mejorar en conectividad, evidentemente. También es verdad que a veces se consigue conectividad con un destino porque existen intercambios comerciales o de pasajeros, y eso hay que crearlo. La compañía aérea que conecta las islas un día conectó con Cabo Verde y después dentro del propio Cabo Verde. Es un trabajo de internacionalización. Hay empresas canarias que están funcionando en el mundo. Consecuencia de la estrategia operativa de internacionalización, hicimos una encuesta en el sector. Descubrimos que el 75% de las empresas que se estaban internacionalizando estaban satisfechas y creían que su crecimiento era consecuencia de su internacionalización. Esas empresas estaban aumentando sus exportaciones a dos dígitos. Pensamos que había que conseguir que más empresas se internacionalicen y así puedan, teniendo músculo, seguir creciendo, porque ya hemos comprobado que las que lo han hecho funcionan perfectamente, están satisfechas, generan puestos de trabajo, venden productos y hacen que la mano de obra canaria trabaje para el mundo.

La ley de cámaras de comercio está en el Parlamento.

Entró en el mes de abril y todavía está abierto el plazo para la presentación de enmiendas. Esperamos que de aquí a finales de año esté aprobada. He enviado una petición al Ministerio para aplazar las elecciones de las Cámaras de Comercio, porque no vamos a cumplir los plazos.

La idea era que las elecciones previstas para finales de este año se regularan por esa ley, ¿no?

Sí. No vamos a llegar a tiempo, no se puede, por el trámite parlamentario. Hemos cumplido todos los trámites y ahora nos queda el Parlamento. Casi ninguna comunidad cumplirá los plazos, porque ha sido un proceso complejo y largo. Esperamos que se nos conceda la prórroga y que durante el primer semestre del año que viene quede resuelto, con unas nuevas cámaras y unos nuevos órganos basados en la nueva ley.

¿Prevé que la ley sufra modificaciones en el Parlamento, en especial en lo referido a la financiación de las cámaras?

El Parlamento es soberano. Nosotros hemos hecho nuestra mejor propuesta, adecuada a nuestras mayores posibilidades. Hemos hablado con todos. Si algo hemos hecho en esta legislatura es poner de acuerdo a diferentes cámaras para participar en órganos, como en los consejos de las autoridades portuarias. Hemos conseguido que tengan una financiación que no tenían, y la hemos incrementado paulatinamente. Tenemos un diálogo fluido y permanente con ellas. Por supuesto que lo que uno quiere y lo que se puede dar no siempre es exactamente lo mismo, pero hemos avanzado mucho. Hemos puesto la ley de cámaras encima de la mesa, y la hemos hecho de la mano de las instituciones, probablemente no con todas sus aspiraciones pero sí con las que creemos que tienen que ser.

¿Tienen que cambiar las cámaras de comercio?

La ley de cámaras está para eso.

¿Les ha costado?

Sí. Ha sido un tránsito. Casi iban a desaparecer y ahora estamos buscando el punto de equilibrio. Esto es un trabajo de todos: de la administración, de las cámaras, de la sociedad, de las empresas? Todos tenemos que entender que aquel funcionamiento de las cámaras ya no puede ser, que hay otro. Lo que voy a hacer mientras esté aquí es ayudar a que eso se consiga, a que las cámaras tengan futuro, avancen y sirvan a la sociedad como tienen que servir.

¿Obtienen resultados las campañas para fomentar el consumo de productos locales realizadas por las asociaciones industriales con el apoyo del Gobierno?

Sí los tienen, y se están viendo. Son campañas que nacen del propio sector industrial. El Gobierno se ha sumado en esta legislatura con un apoyo continuo. Estas iniciativas demuestran el valor que tiene hacer las cosas aquí, generar valor añadido y crear empleo. Se trata de marcas nuestras y de conseguir que marcas multinacionales se hagan en Canarias. Tenemos una calidad industrial que no tiene nada que envidiar al mundo. Queremos ir más allá. Desde el principio teníamos una estrategia más amplia. El producto canario y el producto elaborado en Canarias van juntos, son formas de añadir valor a lo que se comercializa. La Consejería de Agricultura y la de Industria hemos trabajado de forma coordinada, y ahora pretendemos reencontrarnos en la campaña Crecer Juntos, también con el sector turístico, para impulsar aquellos productos que generan valor añadido en nuestra tierra. Vamos a trabajar con fuerza para que la sociedad y las empresas instaladas en Canarias entiendan que trabajar con el sector primario e industrial de las Islas es ayudar a Canarias.

"Completar la cadena" del sector naval

El sector "offshore" y de reparaciones navales está "superconsolidado" en el Archipiélago, recalca Pedro Ortega. El consejero de Economía del Gobierno canario asegura que contar con dos puertos "competitivos" en esta actividad -después de que el de Santa Cruz se haya incorporado a ella en fechas recientes- da mayor potencia a Canarias y atrae clientela. "Ahora intentamos que esta cadena de servicios quede completa, identificando los elementos que no cubrimos y yendo a buscar a las empresas que los hacen para que vengan y se instalen aquí", explica Ortega. El sector naval funciona también, añade, como el centro de otras actividades relacionadas con la llamada "economía azul" e incluso con la energía eólica marina.

Formar y reciclar para un mundo en cambio

"El sistema educativo tiene que actuar en dos niveles: con las personas que están formadas y a las que hay reciclar para los nuevos tiempos que vienen y con las nuevas generaciones, a las que hay que formar para el futuro", advierte el consejero. Este papel del sistema de enseñanza se inscribe en una idea que Ortega repite como un mantra: "Que las empresas funcionen y generen economía para generar empleo". Y para crear esos puestos de trabajo, indica, es preciso "tener una mano de obra preparada".