El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha considerado hoy al escritor portugués José Saramago un ejemplo de compromiso con la justicia social y ha instado a los gobernantes a compartir su visión para transformar la sociedad.

Sánchez ha participado junto al primer ministro portugués, Antonio Costa, en el homenaje que se ha rendido al escritor luso en la casa de Lanzarote en la que vivió sus últimos años y falleció en 2010.

Un homenaje con motivo de cumplirse los veinte años de que consiguiera el Premio Nobel de Literatura y en el que han intervenido también la viuda del escritor, Pilar del Río, y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.

El jefe del Ejecutivo, que ha agradecido a Costa y a su esposa, María Fernanda Gonçalves, su presencia en este acto, se ha mostrado convencido de la alegría que tendría Saramago por ver reunidos en un evento como el de hoy a los jefes de Gobierno de España y Portugal.

Dos países que ha lamentado que vivieran dándose la espalda muchos años pero que, tras la reconquista de la democracia en ambos, considera que su vínculo no ha hecho más que reforzarse.

Para Sánchez, Saramago encontró en Lanzarote inspiración y paz, su obra y prestigio trascienden cualquier límite geográfico y su figura es universal tanto desde el punto de vista literario como moral.

Por eso ha subrayado que con el aniversario de hoy no sólo se ha honrado al creador, sino también a la persona porque "fue mucho más que un escritor universal".

"Fue un ser humano íntegro, que no quiso refugiarse en torres de marfil desde las que tantas veces se pierde el sentido de la realidad de las cosas, y se implicó en debates muy sensibles y siempre desde una posición inequívoca como la justicia social", ha añadido.

En ese sentido, ha destacado que volcó su magisterio literario en concienciar a millones de lectores mediante sus novelas que cree que han cobrado actualidad ante "tiempos tan confusos como los que vivimos".

Ante ellos ha dicho tener la convicción de que Saramago pediría como condición irrenunciable estar con los más débiles y comprometerse más con las causas que él ya denunció "con tanto estilo y claridad".

"Hay que tomar partido por el ser humano, por un tiempo necesitado de un nuevo humanismo frente al discurso de la exclusión, del odio, del egoísmo que impregna en muchas ocasiones los discursos y el debate público", ha añadido.

En esa línea ha insistido en que, para Saramago, el compromiso social y el literario iban de la mano "y la belleza del mundo y del arte le parecían incompatibles con la miseria y la injusticia que aún persisten en el mundo".

"Por eso su ejemplo es tan poderoso y más necesario que nunca", ha recalcado antes de considerar que su legado sirve para analizar y transformar la realidad de hoy en la medida de las posibilidades que tienen los gobernantes de las diversas administraciones.

El objetivo debe ser transformar la sociedad desde la causa pública y la acción política "para sentirnos menos solos y más fuertes en la búsqueda diaria de la justicia, la igualdad y la dignidad humana", ha dicho.

"Saramago nunca renunció a esta batalla y en su memoria nosotros tampoco tenemos que hacerlo", ha precisado.

Sánchez, que ha destacado la convicción absoluta con la que tanto él como Costa defienden el proyecto europeo pese a los "avatares que hay que sufrir en muchas ocasiones en Bruselas", ha recordado la próxima cumbre hispano-portuguesa que se celebrará el 21 de noviembre en Valladolid para seguir construyendo en favor de los dos países.