El Clúster Audiovisual de Canarias, la Asociación de Cineastas de Canarias Microclima y la Asociación Canaria de Empresas y Profesionales de la Animación, el Videojuego y los Efectos Visuales han denunciado este martes que casi 1,3 millones de los presupuestos autonómicos del año pasado --de una partida de dos millones-- destinados a fomentar la industria cinematográfica no llegaron utilizarse.

En un comunicado, exponen que las consecuencias para el sector "han sido nefastas" porque de acuerdo con los cálculos del propio Gobierno, se han perdido inversiones en Canarias por al menos otros 4,3 millones de euros, se han cancelado rodajes ya planificados, se ha frustrado la contratación de cientos de técnicos y se han anulado contratos de coproducción y distribución internacionales.

A su juicio, "las razones de este fracaso" se centran en la falta de una verdadera política audiovisual regional que esté liderada por responsables con decidida voluntad y conocimiento suficiente del funcionamiento del sector.

"Solo así puede explicarse, por ejemplo, que el Gobierno aprobara unas reglas técnicas inspiradas en sectores tradicionales que nada tienen que ver con el audiovisual e incompatibles con las ayudas del Ministerio de Cultura, o que concediera a las productoras beneficiarias menos de 40 días para terminar de financiar sus películas, preproducirlas, contratar a todo el personal, filmarlas, editarlas y estrenarlas, si querían recibir las ayudas concedidas, un proceso que, en su conjunto, lleva fácilmente más de un año", indican.

A ello añaden una "preocupante falta de transparencia y de interlocución", que ha llevado, por ejemplo, a no publicar las Actas de la Comisión de Valoración o la composición de la Comisión de Seguimiento, pese a las demandas del sector, así como a rechazar todas las solicitudes de prórroga en la ejecución o, en último extremo, de nueva convocatoria de las partidas no ejecutadas.

En 2018, apuntan que la situación es "igualmente descorazonadora" porque aunque recogen una partida de apoyo a la producción regional de 375.000 euros --Canarias sigue a la cola de España-- y a que la plantilla del departamento de audiovisuales del Gobierno de Canarias ha crecido un 300%, "no existe fecha prevista para la próxima convocatoria, ni siquiera confirmación oficial de que ésta, efectivamente, se producirá".

Tampoco, apuntan, "se ha realizado ningún avance en la actualización de las bases reguladoras, pese a que todas las asociaciones del sector presentaron una propuesta técnica consensuada el pasado mes de marzo, lo que parece abocar a un nuevo fracaso de la convocatoria".

Las asociaciones señalan que en los últimos años, las empresas nacionales e internacionales que eligen Canarias como plató de rodaje atraídas por ayudas públicas centran la comunicación institucional del Gobierno de Canarias en materia audiovisual cuando el apoyo a las empresas locales está "en el extremo opuesto".

"DRAMÁTICA SITUACIÓN DEL SECTOR"

De hecho, señalan que Canarias es la tercera Comunidad Autónoma que menos inversión destina al impulso de las producciones cinematográficas de su región, acumulando, en el conjunto de los últimos siete años, un total de 706.000 euros frente, por ejemplo, a los casi 20 millones de Galicia o de la Comunidad Valenciana, o a los más de 8 millones de euros con que, a través de desgravaciones fiscales, se apoya cada año a las productoras nacionales que deciden rodar en las islas.

Estos incentivos son de "acceso imposible" para las productoras y creadores de Canarias, dando lugar a un "agravio comparativo" que lastra el desarrollo del sector en un contexto de "oportunidad sin parangón en toda Europa".

"Se consolida así, en definitiva, la paradoja de que, coincidiendo con el período de mayor afluencia de rodajes peninsulares y extranjeros a nuestras islas, la producción cinematográfica canaria viva una de las situaciones más críticas de su historia reciente, comprometiendo tanto nuestra identidad cultural como el futuro de un sector estratégico para el desarrollo de la economía de nuestra región", apuntan.