El Centro de Coordinación de Personas Adultas (CEPA) de Santa Cruz de Tenerife coordina desde hace dos años la asociación Calypsos con un proyecto que aborda la educación de personas reclusas, como alumnado con necesidades educativas especiales. Los resultados de dicho trabajo tendrán repercusión, tanto a la hora de abordar la práctica docente como en la investigación del perfil de aprendizaje de este colectivo.

Los primeros resultados de la intervención apuntan a la existencia de "déficits congnitivos (conocimientos)" entre los internos. Según informó ayer el Gobierno canario, "tomando a los sujetos encarcelados como grupo, se pueden considerar personas con necesidades educativas especiales", debido a las carencias de funciones ejecutivas, que limitan el correcto aprendizaje de las tareas académicas. Estas acciones están orientadas a la obtención de la certificación escolar reglada y a otras materias para su adaptación a su entorno cotidiano.

Ayer se presentaron en Bruselas los resultados preliminares del trabajo con la presencia del director general de Educación de Adultos, Manuel Jorge, y el director de Ordenación, Innovación y Promoción Educativa, Jonathan Fumero.