Si el año pasado las altas temperaturas adelantaron la vendimia en Canarias, este ha sucedido todo lo contrario. La tardanza en la llegada del calor ha retrasado la cosecha, que concluyó hace apenas unos días, cuando por lo general termina a comienzos de octubre. Pese a las anomalías meteorológicas, el resultado final vuelve a ser satisfactorio: 11,3 millones de kilos de uva recogidos, un 11,5% más que en 2017, una campaña que también fue provechosa.

El encadenamiento de dos buenas vendimias aporta optimismo a los productores. "La estabilidad llega al sector vitivinícola", celebró ayer Jesús Corvo, vicepresidente de la organización agraria Palca (Plataforma Agraria Libre de Canarias) y presidente del Consejo Regulador del Valle de La Orotava.

La cosecha ha sido superior en todas las islas a la registrada el año pasado. Tenerife es la que acumula una mayor cantidad -más de 4,2 millones de kilos-, pero también la que experimenta un menor incremento, tan solo un 1,6% más que en 2017. Este dato responde al descenso que presentan las denominaciones de origen del norte de la Isla -Tacoronte-Acentejo, Valle de La Orotava e Ycoden-Daute-Isora-, en las que ha sido mayor el efecto de un verano con temperaturas más bajas de lo normal. Las tres zonas muestran caídas que oscilan entre el 11% y el 16%.

En cambio, en el sur la cosecha de uva se ha disparado en el último año. En Abona ha crecido un 38% y en Valle de Güímar un 29,7%.

En el resto de los territorios insulares destaca el salto protagonizado por La Palma, donde se han recogido más de 1,2 millones de kilos, una cantidad superior en un 36% a la que se contabilizó en 2017. El aumento experimentado por la cosecha en La Gomera también es notable, pese a lo modesto de la producción: 113.000 kilos, un 30% más que la pasada campaña. Algo parecido puede decirse de El Hierro, donde se recogieron 244.000 kilos de uva, un crecimiento del 25%.

Lanzarote es, tras Tenerife, la isla con cifras más abultadas: 3,9 millones de kilos de la fruta, lo que representa un incremento del 24,7% en relación a 2017. Finalmente, Gran Canaria suma casi 513.000 kilos, un 11,3% más que el año precedente.

En cuanto a la marca Islas Canarias, la cosecha supera el millón de kilos, un 20% menos.

Los resultados han superado las previsiones del sector que, de hecho, temía "una fuerte caída" a la vista del mal tiempo, explicó Corvo. Finalmente, el "comportamiento del viñedo fue bien", apuntó el vicepresidente de Palca.

Los resultados obtenidos los dos últimos años han contribuido a que el sector se haya "estabilizado". "Se vende, se comercializa y crece algo la superficie". Esta situación también se ha visto favorecida, agrega Corvo, por la actualización en el pago de ayudas, un logro que Palca atribuye a la gestión del consejero regional de Agricultura, Narvay Quintero.

La superficie de viñedo controlada por los consejos reguladores asciende en el Archipiélago a 5.897 hectáreas, en las que operan 8.650 viticultores.

"Descompensación" en el interior de Tenerife

El vicepresidente de Palca, Jesús Corvo, considera que las mayores dificultades que afronta la viticultura en el norte de Tenerife aconsejan una atención especial, que podría pasar, en el caso del Valle de La Orotava -cuyo consejo regulador preside-, por la protección patrimonial de sus particulares sistemas de cultivo. Corvo pone el acento en "la descompensación" que se produce en Tenerife por factores meteorológicos que hacen que los costes se tripliquen en el norte.

La importancia de los seguros agrarios

El sector vitivinícola no suele acogerse al seguro agrario, lo que a juicio del dirigente de Palca es un error. Corvo asegura que contratarlo no solo proporciona protección en caso de incidencias, sino que da acceso a la totalidad de la ayuda del Posei. En caso de no tenerlo, esta se limita al 90%.