El acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido para la salida del país del club comunitario proporciona "razones para ser optimistas", según el embajador británico en España. Simon Manley aseguró ayer que el pacto alcanzado el pasado fin de semana -y, en especial, la declaración política que lo acompaña- facilita un "brexit" ordenado y, por lo tanto, puede garantizar los derechos de los que actualmente disfrutan todos: los naturales del Reino Unido que viven en países de la UE y los comunitarios que residen en las islas británicas.

En un acto organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y celebrado en la sede de la Presidencia del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, el embajador advirtió de que la materialización de estos buenos propósitos está condicionada, en primer lugar, a que el Parlamento de su país y el europeo aprueben el acuerdo y, a continuación, a la negociación política entre Reino Unido y Bruselas, dado que la declaración política constituye "un marco general" y no un texto jurídico.

"Queremos conservar y mejorar los lazos con Canarias. Claro que el brexit puede afectar, pero su impacto dependerá de las negociaciones", dijo Manley ante un auditorio en el que se encontraba el presidente del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo.

El abandono del Reino Unido de la Unión se producirá el 29 de marzo de 2019. Desde esa fecha y hasta el 31 de diciembre de 2020 se extenderá un periodo de transición susceptible de ser prorrogado, si Londres así lo solicita, hasta el final de 2022. Este plazo, en el que el Reino Unido permanecerá en el mercado único, "dará más tiempo a empresas y ciudadanos para prepararse para el futuro".

La "salida ordenada" de la UE permitirá que tanto los británicos en suelo comunitario -un millón de personas, 20.000 de ellas en Tenerife- como los naturales de países de la UE afincados en las islas -alrededor de tres millones- tengan "el mismo acceso a la sanidad y otros servicios públicos".

Los millones de turistas británicos -más de cinco en 2017, un tercio del total- que visitan Canarias son un objetivo prioritario tanto del Gobierno autonómico como de las autoridades del Reino Unido. Manley confió en que puedan seguir viajando al Archipiélago sin visado, un aspecto que se vinculará a la firma de acuerdos y al establecimiento de una zona de libre comercio entre Londres y Bruselas que está apuntada en la declaración política del acuerdo.

La conectividad aérea será también un "punto clave" en las negociaciones, afirmó el embajador. En este aspecto, recalcó, existe una "sintonía total" con el Gobierno español. El objetivo es, tal y como recoge la declaración, que las aerolíneas europeas y británicas puedan operar tanto dentro del país como en el territorio comunitario, lo que constituiría "una buena noticia" para Canarias.

"Queremos que las empresas agrícolas de Tenerife puedan seguir exportando pepinos y tomates al Reino Unido", añadió Simon Manley en relación a uno de los sectores del Archipiélago más volcados hacia su país.

En su intervención previa a la del embajador, Fernando Clavijo insistió en la aspiración de Canarias de "tener una relación especial" con el Reino Unido, en atención a sus "lazos históricos". Aunque reconoció que "va a ser difícil", el presidente del Gobierno afirmó que Canarias "hará valer" condición de región ultraperiférica (RUP) para poder suscribir "convenios específicos" con Londres.