La Comunidad Autónoma de Canarias se encuentra a la cola en tasa de actividad del colectivo de discapacitados (30,1%), según el informe ''El empleo de las personas con discapacidad. Año 2017'', publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el conjunto nacional destaca que un 26,2 por ciento de las personas con discapacidad en activo en España estaban en paro en 2017, un dos por ciento menos que en 2016, aunque la tasa de desempleo es nueve puntos superior a la de las personas sin discapacidad que se sitúa en el 17,1 por ciento.

El informe destaca la "baja participación" del colectivo de personas con discapacidad en el mercado laboral español. En el año 2017 había 1,8 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar (de 16 a 64 años), de las cuales 651.700 eran activos --es decir, con empleo o en búsqueda del mismo--, el 35 por ciento, dos décimas menos que en 2016, y 42 puntos inferior a la de la población sin discapacidad. De ellos, 481.000 estaban ocupados y 170.000 desempleados.

De los datos también se desprende que el 89,1 por ciento de las personas con discapacidad que trabajó lo hizo como asalariado, 5,4 puntos más que las personas sin discapacidad. Además, el 74,4 por ciento tenía contrato indefinido, un punto más que la población sin discapacidad; y el 81,8 por ciento trabajaba a jornada completa, tres puntos menos que los trabajadores sin discapacidad.

El estudio pone de manifiesto que el porcentaje de asalariados con discapacidad en las empresas de 50 o más trabajadores del sector privado fue del 2,3 por ciento, una cifra en la que están incluidas las entidades especializadas en la inclusión social de las personas con discapacidad.

En cuanto al perfil del trabajador con discapacidad en España, es el de hombre (la tasa de empleo para ellos era 0,4 puntos superior a la femenina); de 25 a 44 años; que lleva más de tres años en la empresa y con una discapacidad de menor intensidad. El INE también observa una menor representación de personas con estudios superiores que en los activos sin discapacidad.

Por sectores, el 82,7 por ciento de los ocupados con discapacidad desempeñó su actividad en el sector Servicios, frente al 75,4 por ciento de quienes no tenían discapacidad; el 12,2 por ciento en la Industria y el 5 por ciento restante, en Construcción y Agricultura.

PERSONAS CON SORDERA, LOS MÁS CONTRATADOS

Atendiendo al tipo de discapacidad, el informe revela que las personas con deficiencias auditivas presentaron las mayores tasas de actividad (58,1 por ciento), un porcentaje que en todo caso descendió un 3,2 por ciento con respecto al año anterior; y las que tenían deficiencia mental, las menores (31,1 por ciento), aunque este porcentaje aumentó un 3,4 por ciento.

Por comunidades autónomas, las mayores tasas de actividad dentro del colectivo de la discapacidad se dieron en Castilla-La Mancha (45,9 por ciento), La Rioja (45,3 por ciento) y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (48,9 por ciento). A la cola se sitúan Galicia (28,2 por ciento), Asturias (29,8 por ciento) y Canarias (30,1 por ciento).

Por otro lado, el informe pone de relieve que el 27,3 por ciento de las personas con discapacidad ocupadas que cotizaron a la Seguridad Social en 2017 tenía algún tipo de reducción o bonificación en las cotizaciones. Estas beneficiaron, sobre todo, a la población masculina, al grupo de edad de 16 a 44 años, a los grupos de discapacidad asociados a deficiencia sensorial e intelectual y a las personas con grado de discapacidad superior al 65 por ciento.