El riesgo de padecer pobreza en Canarias bajó al cerrarse el año 2017 en cinco puntos respecto a 2016, según los datos incluidos en el último informe del Consejo Económico y Social (CES), entregado el pasado viernes al presidente Fernando Clavijo por el máximo responsable de este órgano, Blas Trujillo. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) de 2017 y de la elaboración propia del CES a partir del análisis de esas cifras, Canarias presentaba un 30,5% de su población en riesgo de pobreza al acabar dicho ejercicio, mientras que al cierre de 2016 el porcentaje se situó en el 35%.

Pese a la considerable reducción, se trata de una fluctuación agudizada que se debió, sobre todo, al gran pico alcanzado en 2016 con ese 35%, el porcentaje más alto desde 2010. De hecho, la media de esos años se ubica más cercana al 30%. Así, en el año 2010 se situó en el 29,7%; en 2011 subió al 30,1%; un año después (en 2012) se alcanzó el 33,6% (el segundo pico más alto), bajando al 28,4 y al 27,6% en los años 2013 y 2014. Un ejercicio posterior, en 2015, el porcentaje de riesgo de exclusión subió al 28,5% y fue en 2016 cuando alcanzó ese 35%.

En todo caso, se trata de una trayectoria que no sigue las pequeñas fluctuaciones de la media estatal, que no ha subido del 22,2 ni bajado del 20,4% en esos años. Se confirma, pues, el gran salto en este tipo de índices entre las Islas y la media de España. Al cierre de 2017, Canarias quedó como la cuarta comunidad o ciudad autónoma con más riesgo, tras Extremadura (un 38,8%), Ceuta (32,5) y Andalucía (30%), muy lejos de las que presentan los mejores datos: Navarra (8,3), País Vasco y la Rioja (9,7) o Asturias (12,6%).

La evolución y saltos de las Islas, con esos picos del 27,6 al 35%, contrastan con la mayor estabilidad de la media española, situada en el 20,7% en 2010, en el 20,6% en 2011 o el 20,8 del siguiente año. En 2013, bajó al 20,4, subió al 22,2 en 2014, fue del 22,1% en el siguiente ejercicio (2015), del 22,3 en 2016 y 21,6 al cierre de 2017.

El riesgo de pobreza mide, entre otros aspectos, la llamada "pobreza carencial" o "privación multidimensional", relativas a las dificultades para acceder a ciertos bienes y servicios que se consideran necesarios, como la proporción de hogares que no tienen capacidad para afrontar gastos imprevistos, que se han retrasado al pagar la vivienda o que no se pueden permitir realizar vacaciones de, al menos, una semana al año. En estos parámetros, Canarias sale muy mal parada respecto al resto de regiones y, por ejemplo, lidera el listado de las regiones donde un mayor número de familias no pueden afrontar contingencias no programadas.

En ese caso, el CES calcula que un 52% de los hogares isleños se encuentran en esa situación, seguidos del 50% de la Comunidad Valenciana, el 49% de las familias andaluzas, el 48% de las extremeñas o el 43% de las murcianas. En este caso, la media estatal está en el 37% y la región con mejor dato es Cantabria (15), secundada por el País Vasco (18) y Navarra (19).

En cuanto al retraso en el pago de las cuotas por vivienda, Canarias también encabeza la tabla, con un 19% de las familias en esa situación. Le sigue Murcia, con un 13%; Ceuta, con un 12% y la Comunidad Valenciana y Baleares, con un 11%, mientras que Andalucía se sitúa en un 10%. La media estatal está en el 7% y las comunidades con mejor registro son Navarra, Castilla y León y Cantabria, con un 2, así como la Rioja y Aragón, con un 3%.

Respecto a los hogares que no pueden permitirse unas vacaciones al uso de, como mínimo, una semana, solo Andalucía supera a Canarias, con un 48%. Las Islas presentan un 44%, con Extremadura cerca (un 43), Castilla La Mancha (40) y Comunidad Valenciana y Galicia, con un 39. En este caso, la media del país se sitúa en el 34. Por el contrario, las comunidades en las que las familias tienen menos dificultades para disfrutar de unas vacaciones así son Madrid (21), País Vasco (22), Aragón (24), La Rioja (25), Navarra (26), Castilla y León (27) y Cantabria, con un 28.

Menos hogares con problemas para llegar a fin de mes

El informe del Consejo Económico y Social constata también que, de 2014 al 31 de diciembre de 2017, ha bajado el porcentaje de hogares canarios que reconocen padecer mucha dificultad para llegar a fin de mes. De hecho, en este apartado se ha pasado de un 34,5 a un 20,9% de 2016 a 2017. Un dato muy llamativo que, sin embargo, contrasta con el de 2014, cuando fue incluso inferior a ese 20,9, colocándose en el 19,5%. En cambio, en 2015 se alcanzó el pico mayor de estos ejercicios estudiados, con un 34,9%. Este cuadro, elaborado también según datos del INE y del análisis del CES sobre Canarias, incluye la evolución de los hogares con dificultades para cerrar el mes sin problemas. En este caso, la reducción ha sido constante desde 2014, pasando del 27,1% de ese ejercicio al 14,6 del último año analizado. Por el medio, 2015 se cerró con un 20,5% y 2016, con un 18,2%.

Pequeño repunte entre los que sufren "cierta dificultad"

La mejora en esos dos primeros grupos influye en la ampliación del porcentaje de las familias que padecen "cierta dificultad", un apartado que se incrementó levemente de 2016 a 2017, pasando del 22,6 al 24,9%. En el año 2014, por el contrario, se situó en el 34,1 por ciento, mientras que en 2015, en el 27,5%.