Resolver el problema de los residuos en los núcleos aislados y abrir el horizonte a un mercado con tantas potencialidades como el africano. Son las oportunidades que parece haber perdido Canarias al no considerar las autoridades sugerencias como la de colectivo Emeger, de Anaga, en Santa Cruz. Desde allí propusieron hace ya unos años desarrollar un sistema de transformación de aguas residuales en óptimas para el riego a través de un baño ecológico desarrollado por la universidad de Cranfield, en Inglaterra. Ahora, Sudáfrica ha tomado la delantera para impulsar de manera industrial el ensamblaje de las piezas y comercializar el aseo individualizado en el continente negro.

Lo analiza Andrés Hernández Baute, portavoz de Emeger, al defender este novedoso modelo de filtros verdes basado en las nanomembranas aplicadas en un WC. Fue ideado en Cranflield, el mismo lugar donde nació el radar como alto secreto durante la II Guerra Mundial. Está destinado a lugares donde se hubieran producido catástrofes naturales y posteriores situaciones de emergencia humanitaria.

En una sucinta síntesis, explica Baute, "una vez garantizadas las aguas grises (bajantes y duchas) las negras se reutilizarían a través de esas nanomenbranas". Desde Emeger apuntan que "este modelo convierte los excrementos en nitrato y agua de riego. Un vehículo los recogería con una periodicidad definida".

Añaden que "se trata de servicios individuales, que suponen en origen un coste de cinco céntimos de libra por persona y día. Mucho más costosa es la constante contaminación de los acuíferos de Anaga o Teno, lugares ideales para instaurarlo en Tenerife, con los residuos generados a diario".

Andrés Baute recuerda que "hemos dado a conocer esta idea a distintas autoridades desde hace un par de años, pero no se han interesado por ella". Incide en que "la transformación sería inmediata de las aguas negras en aguas para el riego. La única opción al contener una carga bacteriológica muy potente".

El propio Baute habló con "el director del departamento en la universidad inglesa y me planteó que sería ideal ubicar en Canarias una fábrica y una distribuidora para África. Propusimos la opción de la Dársena Pesquera de Santa Cruz, igual que ha ocurrido recientemente con la empresa rusa que produce chocolate".

"Qué mejor sitio que aquí, tan cerca del continente vecino, pero no parece que haya habido el mínimo interés en quienes pueden tenerlo y lanzar el proyecto", recalca el joven anaguense.

Concluye Baute que "los otros europeos de África", los sudafricanos, ya parecen estar en el inicio del camino para quedare con esa fábrica de ensamblaje que recibiría las piezas desde el Reino Unido y completaría el baño adaptado para venderlo luego en los distintos estados de África".

El inodoro de nanomembrana podría tratar los desechos humanos en el mismo lugar sin energía externa ni agua. Está diseñado para un solo hogar (equivalente a 10 personas) y acepta la orina y las heces como una mezcla. La descarga utiliza un mecanismo de rotación único sin usar agua y, al mismo tiempo, bloquea el olor y la vista del usuario de los residuos.

La separación de sólidos (heces) se realiza principalmente a través de la sedimentación. El agua poco adherida (fundamentalmente de la orina) se separa con membranas de fibra hueca de baja temperatura de transición vítrea. La exclusiva pared de membrana nanoestructurada facilita el transporte de agua en estado de vapor en lugar de como un estado líquido que produce un alto rechazo de patógenos y algunos compuestos volátiles olorosos. El agua se recolectará para reutilizarla a nivel doméstico en aplicaciones de lavado o irrigación.

Tras la liberación de agua no unida, los sólidos residuales que quedarían serían transportados mediante un tornillo mecánico a una cámara de combustión que los convertirá en cenizas y energía.

La energía alimentará los procesos de la membrana, y puede haber incluso energía adicional para cargar teléfonos móviles u otros artículos de bajo voltaje.