El coordinador de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario de la Candelaria, Carlos Flores, dijo hoy que se necesita disponer en Canarias de un catálogo genético propio para así adaptar de alguna manera la medicina al contexto poblacional.

Carlos Flores expresó esta necesidad durante una rueda de prensa en la que se presentó un estudio en el que la unidad de investigación del Hospital Universitario de la Candelaria y el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) han llevado a cabo el mayor análisis de ADN canario centrado en el estudio de determinadas patologías.

En el estudio han colaborado el grupo CDC (Cardiovascular, Diabetes y Cáncer) de Canarias y la Universidad del País Vasco, así como el Instituto de Salud Carlos III, y durante dos años y medio se ha analizado el ADN de más de 400 personas de las siete islas cuyos cuatro abuelos procedían de la misma isla.

Esta investigación confirma que el ADN de esas personas tiene una genética que es producto del aislamiento geográfico del archipiélago, la adaptación al medio y la mezcla de la población prehispánica, que para ese grupo de individuos se ha establecido que es en un 75 por ciento europeo y en un 25 por ciento africano, del que un 22 por ciento es norteafricano y un 3 por ciento subsahariano.

La información de este estudio se cotejó con los datos que sobre la población aborigen canarias están disponibles en el European Nucleotide Archive (ENA), y los resultados se han publicado en la revista "Molecular Biology and Evolution".

José Miguel Lorenzo, coordinador del área de genómica del ITER, empresa dependiente del Cabildo de Tenerife, explicó que el panorama actual del genoma canario es mucho más complejo, y comentó que cuando se llevaron a cabo las primeras secuencias completas el equipo sintió mucha alegría, pero ahora además hay que destacar que es la primera vez que en Canarias se realiza este proceso con tanta calidad.

Carlos Flores indicó que otras poblaciones del mundo tienen catálogos genéticos bien diseñados y públicos, que usan de manera continua para de alguna manera adaptar la medicina al contexto poblacional.

Recordó que en Canarias hay en torno a dos millones de residentes, con lo que no se trata de una población "enorme" y por ello el catálogo "tenemos que hacerlo nosotros" porque no sirven las referencias de otras poblaciones porque en el archipiélago hay una mezcla particular, a lo que se une el aislamiento.

En el estudio presentado hoy se trabajó con una población determinada con la intención de disminuir el impacto reciente de la globalización y así sacar a la luz de una manera menos sesgada el componente africano del genoma de los canarios, apuntó Carlos Flores.

José Miguel Lorenzo, del ITER, hizo hincapié en que en el camino de disponer de ese catálogo se dispone de dados de 7.000 personas de las islas.

El jefe de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario de la Candelaria, Juan Navarro, subrayó que con este tipo de estudios no se busca modificar el genoma para prevenir, y lo que se quiere hacer es abrir posibilidades para identificar precozmente a pacientes más predispuestos a desarrollar determinada enfermedad.

Jesús Delgado, gerente del Hospital Universitario de la Candelaria, señaló que se trata del mayor análisis centrado en el estudio de las patologías más complejas de las islas, como son diabetes, asma y alergia.

Beatriz Guillén, de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario de la Candelaria, destacó asimismo que se ha observado que el genoma de la población estudiada es "bastante peculiar" debido al proceso de aislamiento geográfico y a la de mezcla de la población original con individuos europeos y africanos.

Carlos Flores manifestó que este trabajo sienta las bases para desarrollar estudios que permitan detectar genes implicados en enfermedades en las islas haciendo uso de la mezcla particular que tiene la población y también servirá para crear referencias para la medicina personalizada.

Comentó que la prevalencia de ciertas enfermedades era algo que se sabía antes del estudios y añadió que se ha visto que hay relación entre la adaptación al medio y la aparición de más ascendencia africana con el hecho de que surjan alelos de riesgo.

Para cómo afecta el medio, Carlos Flores dijo que una persona que tenga disposición genética a la obesidad y viva en un lugar en el que haya escasez de comida no la desarrollará.

Juan Navarro, jefe de la Unidad de Investigación del Hospital Universitario de la Candelaria, recalcó el valor añadido que tiene el hecho de que en un hospital haya una estructura de investigación para desarrollar proyectos que aporten soluciones a los problemas de salud de la población.