Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, valoró ayer la presunta adquisición de unos terrenos propiedad de la familia de Román Rodríguez (NC) por parte del Cabildo de Gran Canaria como una operación "estéticamente" nada correcta. Un periodista preguntó al dirigente de Coalición Canaria en Madrid -durante un acto de la agenda de Fitur 2019- sobre las reacciones que se han dado en las últimas horas respecto a una inversión que ultima la institución que gestiona Antonio Morales (NC) en el macizo de Amurga: la superficie seleccionada ocupa cinco fincas rústicas con una extensión de 605,12 hectáreas y su valor asciende a los 2,73 millones de euros. El proceso restringido se abrió en agosto de 2018 para comprar tierras ubicadas en comarcas que tienen una situación preferente a la hora de acometer actuaciones asociadas a la repoblación forestal.

"Yo no conozco esa operación en profundidad, porque no sé si es legal o no", avanzó el lagunero antes de incidir en el hecho de que "estéticamente no es moralmente correcto. Esa es mi opinión, más allá de entrar en otras valoraciones sobre su legalidad o no. Lo que no deja de ser curioso es que tras 96 dictámenes estudiados, casualmente solo pase el que es propiedad de la mujer y hermanos del presidente de Nueva Canarias, que, además, cuenta con el respaldo de un presidente de un cabildo que también es de NC", dijo Clavijo.

A la pregunta de si él hubiera seguido adelante con la venta de esos terrenos, en el caso de que fueran de sus familiares, el presidente del ejecutivo canario dijo que "nunca habría optado a un concurso de esas características. Ser mujer o marido de es una lacra para una familia. En ese sentido, creo que las reglas del juego están claras y hay que respetarlas por una cuestión de higiene democrática", añadiendo que "en ningún caso si mi mujer fuera presidenta de un partido que preside un cabildo se hubiera realizado ningún tipo de propuesta", comentó sobre las propiedades que se han visto afectadas por la polémica.