El Servicio Canario de Empleo (SCE) concedió el año pasado ayudas por importe total de 12,3 millones de euros a un total de 1.972 personas desempleadas que decidieron optar por el emprendimiento como alternativa laboral. La gran mayoría de las ayudas concedidas -1.822- fueron para facilitar el establecimiento, 75 para financiar los intereses del abono del crédito solicitado y otras 75 para contar con una asistencia técnica externa.

El SCE abrirá el próximo martes, y hasta el 30 de septiembre, el plazo para la solicitud de subvenciones para la promoción del empleo autónomo de 2019. El crédito inicial es de 9 millones de euros, cuantía que podrá ampliarse a lo largo del año, y las ayudas oscilan entre los 5.000 y 10.000 euros, dependiendo de la dificultad para el acceso al mercado del trabajo que acredite el solicitante, de tal manera que se primará a las mujeres -un 10% más a las que sean víctimas de violencia de género-, a menores de 30 años y a personas con discapacidad.

También se incentivará, con mil euros más, a los inscritos en el Sistema de Garantía Juvenil y a los parados de larga duración. Además, las personas que a finales de 2018 fueron excluidas de la convocatoria anterior por falta de crédito podrán volver a solicitar la ayuda en la nueva edición, informa en un comunicado la Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno canario.

Desde 2017, sin contar con la edición que está a punto de iniciarse, el departamento que dirige Cristina Valido ha invertido más de 24 millones de euros en subvenciones directas al empleo por cuenta propia. La Consejería defiende que el equipo actual, que tomó posesiones a comienzos de ese año, "resolvió el retraso que había entonces en el abono de estas ayudas, incrementó las líneas de subvención y simplificó los requisitos para acceder a ellas".

A esta nueva convocatoria se une la decisión del Gobierno de Canarias de ampliar un año más la tarifa plana de 50 euros para trabajadores autónomos, lo que convierte al Archipiélago en una de las comunidades con más apoyo al colectivo, asegura el Ejecutivo.

Como requisito previo para tomar parte en la convocatoria de ayudas de 2019, los interesados deben solicitar el servicio de promoción al empleo autónomo que ofertan los Servicios Integrales de Empleo de las Confederaciones Empresariales, Cámaras de Comercio y Fundaciones Universitarias, donde recibirán asesoramiento específico.

Las bases establecen cuatro tipos de ayudas: ayudas para el establecimiento; ayudas financieras destinadas a reducir los intereses; ayudas para formación y ayudas para la contratación de servicios externos y asistencia técnica.

En cuanto a las ayudas concedidas el año pasado, 843 subvenciones se dieron en Tenerife, 777 en Gran Canaria, 120 en la Palma, 120 en Lanzarote, 83 en Fuerteventura, 16 en La Gomera y 13 en El Hierro.

Del total de 12,3 millones de euros concedidos en 2018, se autorizaron 96 subvenciones por importe de 534.874,07 euros, con cargo a la normativa anterior y 1.876 subvenciones de acuerdo a las nueva bases, por importe de 11.786.619,16 euros.

Además, entre 2016 y 2017 se pagaron 1.955 subvenciones de solicitudes de 2015 por casi 10,8 millones de euros; y 266 subvenciones de solicitudes de garantía juvenil entradas en 2016 y 2017 por importe de 1,5 millones. En total, en dos años y agregando los colectivos, 2.221 subvenciones por importe de 12,3 millones.

Nuevas bases

La Consejería aprobó el año pasado unas nuevas bases con el objetivo de favorecer el emprendimiento, consensuadas con las entidades de autónomos, con el objetivo de aligerar la tramitación y el cobro de intereses, que con la nueva normativa abona directamente la entidad financiera, y acelerar la adjudicación de los fondos. "Nuestro objetivo -explica el director del SCE, Sergio Alonso- fue aliviar el cúmulo de dificultades que, por regla general, se le presentan a lo largo del primer año a las personas que optan por montar un negocio". La anterior normativa exigía que al menos el 75% del importe del préstamo tenía que destinarse a financiar inversiones en inmovilizado, algo que ahora se ha considerado innecesario con las nuevas posibilidades de negocio que ofrecen las tecnologías y la posibilidad de emprender sin invertir en un espacio físico.