El Gobierno de Canarias ha rechazado hoy cualquier intervención militar en Venezuela y ha defendido la paz, el diálogo y la mediación para lograr elecciones democráticas en el país.

En una comparecencia en el pleno del Parlamento regional, el vicepresidente del ejecutivo, Pablo Rodríguez, ha reafirmado el respaldo del Gobierno de Canarias al reconocimiento por España de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.

"Confiamos en que la declaración de Pedro Sánchez en apoyo a Juan Guaidó sirva para garantizar el proceso de transición que permita a los venezolanos vivir en paz y libertad", dijo Rodríguez.

España debe liderar la posición de Europa por sus vínculos históricos y también debe liderar un programa de cooperación y ayuda humanitaria internacional, defendió Pablo Rodríguez.

"Estamos a favor de la ayuda humanitaria, pero que esto no genere una situación bélica o de guerra civil", dijo el vicepresidente, quien admitió que "la situación es imprevisible".

"Esperamos una solución pacífica a través de elecciones libres, transparentes y democráticas", reafirmó el vicepresidente, y precisó que pedir que haya una mediación para que se produzcan esos comicios "no es estar de parte de unos o de otros", sino "de que sean los venezolanos los que elijan libremente quién quieren que dirija su país".

Pablo Rodríguez recordó que en Venezuela viven 45.000 canarios y descendientes de canarios, muchos de ellos con grandes necesidades por la crisis económica y social, pero también por la tensión política que ha producido "angustia e inseguridad en la población", por el encarcelamiento de cientos de presos políticos y por la salida de miles de exiliados.

Hasta tres millones de personas han dejado Venezuela desde 2015, dijo Pablo Rodríguez, y señaló que el Gobierno de Canarias "nunca ha mirado para otro lado" y solo en 2018 dedicó 2,1 millones de euros en ayuda sociosanitaria a los canarios en el exterior, la mayoría en ese país.

La diputada de CC-PNC Socorro Beato mostró el apoyo de su grupo político a la Asamblea Venezolana y a Guaidó como presidente del país, y consideró que Nicolás Maduro debe dejar el poder para favorecer unas elecciones libres, en lugar de "llamar a las armas".

Manuel Marcos Pérez, del PSOE, defendió el apoyo a Guaidó y a una salida negociada, pacífica y multinacional a la situación en Venezuela, y mostró su oposición a otras acciones internacionales de Estados Unidos y Brasil "que dejan abierta la posibilidad de una intervención militar".

"Se necesita un plan internacional de ayuda humanitaria, no una excusa para provocar una respuesta del régimen y contar así con un pretexto para una intervención militar", dijo.

La diputada del PP Cristina Tavío criticó que se diga que hay un golpe de Estado cuando "la gente asalta la calle para gritar por la libertad" y aseguró que el presidente de su partido, Pablo Casado, "ha liderado en Europa y en el Parlamento Europeo" el reconocimiento a Guaidó, al que Pedro Sánchez "se sumó tarde" para contentar a Podemos.

Para Tavío, la legitimidad democrática está en la asamblea y en Guaidó, y por tanto "no cabe diálogo posible ni con la tiranía ni con el independentismo catalán que quiere romper España".

Juan Márquez, de Podemos, denunció la "irresponsable injerencia" internacional de apoyo no a la oposición venezolana, que es variada, sino "a la ultraderecha" de ese país, lo cual está impulsando un ambiente guerracivilista con el respaldo de Estado Unidos.

Márquez, quien reivindicó el derecho del pueblo venezolano a elegir a sus representantes, aunque no gusten, afirmó que Guaidó no es presidente porque no tiene control de los poderes del Estado y reconocerlo como tal es optar por la confrontación y no por la vía del diálogo.

Luis Campos, de Nueva Canarias, coincidió en que debe haber nuevas elecciones, pero si en esos comicios hay o no cambio político lo deben decidir los venezolanos, sin las intervenciones exteriores que defienden algunos partidos.

Casimiro Curbelo, de la Agrupación Socialista Gomera, reclamó elecciones libres democráticas y transparentes, desde el dialogo y sin imposición, sin dar pretextos a los chavistas "para tomar las armas".

Para Curbelo, Nicolás Maduro es "un presidente ilegítimo", "un tirano" que ha llevado a Venezuela a la ruina, y respaldar a Guaidó para que lleve al país a elecciones "no es ninguna injerencia", puesto que ha sido "elegido democráticamente".

Curbelo defendió más implicación de Canarias en la ayuda humanitaria ante un país hermano que vive una gravísima emergencia social.