Los Centros de Arte, Cultura y Turismo han sacado a licitación la contratación del equipamiento tecnológico de la Casa-Museo del Campesino, una iniciativa encaminada a recuperar y poner en valor los usos y costumbres asociados a la vida rural en Lanzarote y crear, así, un nuevo concepto de museo capaz de generar experiencias interactivas con el visitante.

El procedimiento se ha articulado en torno a dos ejes: el primero de ellos hacía referencia a la creación, gestión, montaje y puesta en marcha del hardware, software y el equipamiento tecnológico necesario, en tanto que el segundo a la producción de los contenidos digitales necesarios para explicar un nuevo concepto de museo, que se estructurará en torno a la arquitectura, la vivienda tradicional, el cuarto de aperos y los sistemas agrícolas y La Geria-El Jable.

Hortensia, artesana de la empleita; Benigna, alfarera, y Carmelo, camellero, son tres personajes de ficción encarnados por actores que serán los responsables de mostrar al visitante las singularidades de la vida rural en Lanzarote mediante el uso de las nuevas tecnologías.

Hortensia habría nacido en Haría en el año 1913. Casada muy joven, y madre de tres hijos, aprendió de su madre los secretos de la empleita. Benigna es un poco más joven. Presumiblemente, nació en 1920 en Yaiza. Aprendió la técnica de la alfarería de su abuela, antes de casarse con un vecino camellero. Carmelo, por su parte, es del norte de Lanzarote, del municipio de Haría, donde creció ayudando a su padre con los camellos.

Caracterizados atendiendo al período histórico en el que vivieron, Hortensia, Benigna y Carmelo aproximarán al visitante a la realidad de la vida en el campo.