Vitalidad y alegría es lo que desprendía ayer Cristina González Barreto, la aspirante a la Reina de la Tercera Edad por el Centro Municipal de Mayores de La Orotava. Carnavalera desde joven edad, la pasión de Cristina por estas fiestas era tal que cuando las celebraciones estaban prohibidas, tuvo en más de una ocasión a la Guardia Civil corriendo tras ella. Desde entonces ha intentado no perderse ninguna edición, a la que acude siempre disfrazada.

"Antes salíamos con sábanas, como si fuéramos fantasmas, con las fundas de almohadas e, incluso, con sacos de cebolla como falda", recordó la aspirante, quien destacó que sus disfraces, con el paso del tiempo, fueron siendo más elaborados, llegando a vestirse de dama antigua y muñeca, entre otras cosas.

Pero el hecho de que Cristina participe en el certamen no hará que abandone su costumbre carnavalera, pues ayer confesó que "solo estoy esperando a que sea lunes de Carnaval, cuando saldré vestida de los años 20".

La idea de presentarse al certamen surgió del Ayuntamiento de La Orotava, y será por este motivo por el que no podrá participar este año en su rondalla habitual, Volcanes del Teide. Y es que, con 74 años, Cristina, además de en la rondalla, está en folclore, en dos grupos de bailes y canta isas.

Sobre su fantasía, "La noche de los sueños", diseñada por David Hernández, destacó que es "preciosa, y grande", y pese a confesar que le gustaría ganar, que "nunca se sabe", Cristina señaló que su única intención hoy es la de pasarlo bien en la gala, donde también estarán sus cuatro hijas y sus seis nietos.