Despojado ya de su otro yo, "Floro" -en la foto-, Manón Marichal, promotor del Concurso de la Risa del Carnaval de Santa Cruz, pide un "poquito" más de apoyo del ayuntamiento de la capital a los grupos que participan en este certamen, pero también les exige a estos algo más de compromiso con este concurso.

¿Satisfecho con la VII edición del Concurso de la Risa?

Los grupos han subido el nivel. Los Legías -ganadores en Interpretación-, que siempre estaban ahí rascaditos, estuvieron muy bien. A algunos grupos se les cayó gente por enfermedad y no estuvieron a la altura de los otros, pero yo salí supercontento con el resultado.

Floro, su personaje, se ha convertido en una atracción más...

Hay veces que me fastidian los halagos que me hacen, porque me da la sensación de que se los resto a los grupos, pero también entiendo que el que esté ahí, enlazando un grupo con otro, tiene que hacer algo. El ego a estas alturas de la vida lo tengo superado.

¿No parece un delito la poca repercusión y lo poco valorado que está el certamen? ¿Qué se podría hacer para revitalizarlo?

Mimarlo un poco más desde Fiestas, desde mi propio trabajo. Ha coincidido algún grupo (político) flojo de actitud, por no decir de otra cosa. Quizás sea eso, un poquitito más de mimo y cuidado, porque es gente que no cobra un duro. Se lo gastan todo y, encima, lo que ganan lo reinvierten en temas solidarios como el Comedor de la Milagrosa.

¿Las murgas tienen miedo a que este concurso eclipse el suyo?

Te lo digo yo, que fui murguero: estamos a años luz de las murgas, por lo menos en repercusión y en calidad. Las murgas ensayan seis meses, mientras que estos grupos lo hacen un mes, o, incluso, menos. Es verdad que algunos se lo deben tomar algo más en serio, que no sean cuatro ensayos y vamos a vacilar. Pero no creo que haya miedo, la verdad.

La falta de ensayos es el principal hándicap de algunos grupos porque sus componentes proceden de otros colectivos del Carnaval. ¿Cómo se podrían conjuntar ambas actuaciones?

Algunos grupos tienen claro que van a la Canción de la Risa y es secundario lo de la murga. A los otros les he dicho que tienen que mentalizarse y si tienen que ensayar cuatro horas con la murga, pues tendrán que buscar una hora más para ensayar este concurso. Porque, al final, puede ser más gratificante el premio de la risa.

¿Es consciente de que es el concurso con más humor del Carnaval?

La intención desde que se me ocurrió la disparatada idea fue esa, que fuera para reírse de principio a fin. Que se ría el jurado, el público, que sea una fiesta desde el principio hasta el final. Y que siempre queden ganas de más. Hay gente que solo viene al concurso de la risa, incluso de Las Palmas. A veces pienso que se me escapa...

Este viernes actuaron siete grupos. ¿Es esa la cantidad ideal?

Por lo que hemos visto a lo largo de los años, sí. Aunque en las bases pone doce como máximo. Incluso, como no se llegaba a los doce, ampliamos el tiempo de Interpretación a quince minutos. Creo que es el número ideal. Pero si esto se disparatara a lo mejor habría que hacer dos fases o una primera selección.

Es decir, un formato parecido, y salvando las distancias, al de las murgas o las chirigotas...

Sí.

¿Pero no rompería el encanto actual?

No lo sé. Los tropezones los vas encontrando en el camino. No sé cuál sería la fórmula. A lo mejor haciéndolo así se desvirtúa.

¿Qué espera para 2013?

Llegar vivo. Que siga habiendo, como mínimo, siete u ocho grupos, nueve a lo sumo, y que el ayuntamiento eche un cabito, porque de verdad que hay gente que sí se toma en serio el concurso y me fastidia que no se sientan apoyados.