Rebobinados brilló con luz propia en la primera fase de murgas infantiles del pasado jueves en el recinto ferial, donde el magisterio de Carlos Casanova, letrista y autor del premio Criticón 2012, superó con creces el triple salto mortal en calidad de su "Hucha" y "El viaje de 2012 por el Archipiélago". Fueron los mejores de la fase inaugural, que estrenó también el escenario del recinto ferial, donde, de forma curiosa, el escenario de luces led pasó inadvertido.

Le siguieron, un par de escalones por debajo, Paralepípedos, la murga infantil reina del certamen en la primera fase. Hipotecaron tal vez la espectacularidad de las voces para incorporar a la cantera. Transmitieron muchísimo y solo su obertura trajo al recuerdo la mejor época de Triqui-Traquitos, propios del mundo de Disney. Estos dos grupos serían los grandes destacados de la primera fase.

La primera fase de murgas infantiles del jueves la abrió Lenguas Largas, colectivo dirigido por Yeray Vargas, que mantiene la calidad musical gracias a Óscar Gómez, si bien en las letras alguno le pudiera poner un "necesita mejorar" si se les compara con el año pasado, cuando estaban entre los cuatro mejores. La calidad musical, incuestionable; la letra, más floja. Cantaron dos temas, "El sillón" y "Tengo 10 añitos" desde un sillón, lo que ya le hipotecaba movilidad para sacar brillo a su actuación. Lenguas Largas, con letras un poco más sencillas, siempre marca estilo. Este año también fue más infantil cuando en 2012 sus letras parecían más adolescentes.

Los segundos de la noche, El Cabito, donde su director musical, David Díaz (Ni Pico-Ni Corto), ha dado la vuelta a un calcetín al grupo y lo ha colocado en la zona alta de la tabla de clasificación. Con Nayara Vera al frente, una directora infantil con encanto y magia, que ya desde el año pasado inauguró, El Cabito no se complicó con muchas voces, apostó por una en la mayoría del repertorio pero fue claro, vocalizó y sintonizó. Su tema "Una dibus", el segundo que ejecutaron, precioso, muy original, al margen de algún remate mejorable.

En tercer lugar, Chinchositos. Con Berto Marichal al frente. Esta formación celebraba su 25 aniversario y ha hecho un sobreesfuezo para vestir la fantasía "A galope". Chinchositos siempre fue de las grandes murgas en voces. Es más, Chinchositos fue la murga polífónica. Cayó el nivel, pero edición a edición se ha superado. El primer tema, un periódico para repasar la actualidad, y el segundo, una serie de recriminaciones a asuntos de carnaval. De Chinchositos, y con Lolo Tavío, siempre se espera mucho.

En el ecuador, Rebobinados rompió el concurso con un repertorio magistral, salvo algunos matices para no darle la matrícula. Su presentación y pasacalle, espectaculares, salvo el momento de nervios del director. El primer tema, "Las profesiones", una joya que peca en su duración, cerca de doce minutos, demuestra que su autor, Carlos Casanova, es un letrista de los grandes. Junto con Airam Bazzocchi, los más grandes. La canción arranca y termina muy bien, si bien se pierde en el centro. Su despedida, "Papiroflexia", una canción que pasará a la historia. Tema original, fresco, espectacular, infantil, sencillo, encantador, mágico, que hizo disfrutar al público. Al final, en el escenario eran 70 componentes, y en el público, centenares de "componentes" que secundaron su juego de canción. El truco de la magia, genial. Yéremi salvó en el primer tema cuando parecía que se moría con el juego de las camisetas de futbolistas. Muy bien.

Desde Granadilla, y con el difícil reto de sustituir a Rebobinados, llegaron Retorciditos, con Fran Conde, quien en 2005 llegara a ser director de Bambas. Años han pasado. El gran mérito de esta murga es que, pese a los kilómetros que distancian su local de la capital del Carnaval, tienen altura y calidad para participar. Eso sí, Fran Conde mantiene vivo el recuerdo de letras sociales, al canto de problemas y enfermedades. Siguieron con un tema contra el leguaje sexista. Mejoraron sin enganchar.

Carricitos, dirigidos por Nayra Cabrera, de la mano de Carlos Quevedo, quizás estuvieron musicalmente un poco por debajo de 2012, pero con unas letras comprometidas y mensaje social. En un tema de humor aparente, como Facebook, desgranaron y conjugaron actualidad y toques de humor. Su segundo tema fue más crítico.

Paralepípedos fueron los segundos mejores de la noche. La murga más infantil. Con el aval de Yerai Lorenzo regalaron magia en su puesta en escena, al sonar también como una bomba. Fuerza y encanto. Sus letras sorprendían con toques de ironía. Tal vez no se tenían que haber complicado con el mensaje a las murgas adultas. Esta murga volvió a estar arriba, muchísimo mejor que en ediciones anteriores.