Los grupos participantes en la gala infantil del Carnaval, celebrada la tarde del pasado domingo, se encontraron con la desagradable sorpresa de que, después de actuar, la organización les impedía sumarse como público para ver el devenir del espectáculo, a pesar de que estaba libre una cuarta parte de su aforo.

Mientras, la organización asegura que esta edición se han aplicado las normas de seguridad impuestas por el decreto dictado por el Gobierno de Canarias sobre espectáculos, pero los padres de los grupos participantes en el festival no entienden el trato recibido.

Han sido numerosas las protestas que los familiares de los grupos protagonistas han hecho llegar a la redacción y todas coinciden en la "marginación", según aseguran, que dicen haber recibido desde la organización porque se les impidió ver el espectáculo que protagonizaban sus familiares.

Además de impedirles pasar desde la trasera del escenario a la parte del público, los diseñadores también consideran que el Organismo Autónomo de Fiestas incumplió el acuerdo de dejar pasar a los diseñadores de un lado a otro de la trasera del escenario, pues a un lado estaban las candidatas con el número par y a otro, las impares. "Teníamos que tener una credencial gris, y nos dieron una rosada", explicó un creador.

También el gerente de Fiestas protagonizó un incidente con el diseñador del traje que fue elegido reina, pues le impidió el paso por no tener credencial y hasta requirió la presencia de la seguridad y quiso que entrara por otra puerta.