Diablos Locos dio la campanada y la sorpresa cuando nadie lo esperaba para imponerse en la final del concurso de murgas adultas. Pese a que su segunda edición de la "Fasnia donde estás" se quedó en una orquesta de pueblo, convenció al jurado. Tal vez para compensar no triunfar el año pasado con su gran repaso por la música carnavalera. Bambones se quedó con las ganas de hacer historia y no pudo convertirse por primera vez en el Nuevo Carnaval en la murga que cosecha un cuarto primer premio consecutivo. La Traviata fue la murga con mejores letras, las más argumentadas, aunque le faltó la "química" de 2014. Otra sorpresa: Trapaseros, terceros. Y accésit a Zeta-Zetas, inventores de la murga innovadora, la de los efectos especiales en 3-D. Mamelucos ... ha tenido noches mejores. Triquikonas fue a disfrutar de su premio, meterse en la final. Sin duda, la mejor en los últimos diez años con agrio resultado.

El recinto ferial acogió anoche un espectáculo que prometía por el ambientazo. Ya treinta minutos antes del inicio, un grupo de zumba impartía una clase para seguir a Miriam Reyes, la primera en cantar. Ella no puntuaba. Luego, a las 20:30, un magistral Alexis Hernández, con esmoquin, saludó al público desde el patio de butacas. Un formato de televisión americana.

La segunda actuación, la primera murguera, la protagonizó la Ni Fú-Ni Fá, que comenzó al estilo ruso, y no porque no se le entendiera. Luego amenazaron con cantar su canción censurada por el colectivo LGTBI y sacaron... "El cubanito". Tras la broma, "Tarjetas negras" para estrenar la letra de la letra... O sea, contaron que habían prohibido incluso antes de escuchar. Y se despacharon a gusto, sin perder el tino ni buscar al concejal Corrales con la rima del cinco. "Respeto y tolerancia ha marcado nuestra historia" y... el recinto se puso en pie.

"Un día soñé con esto y hoy se ha hecho realidad", dijo Alexis, después de liarse con "selfie" incluido. Le faltó el espejito mágico para preguntarle quién es el mejor presentador. Demasiado rollo.

Ni Pico-ni corto.- Anunciaron su actuación como primeros, aunque fueron los segundos teloneros de la final. Su premio fue pasar. Quedó claro. En evidencia por un repertorio de camisa de fuerza. Lo mejor, pasacalle y despedida. El resto, un relleno. "El caníbal", letra de Edu, que se comió el encanto de la fase. Dijeron que era de humor. Pero el chiste era incluirla en ese género. Chorizo, salchichón, Nacho Vidal... En fin, la charcutería completa. El segundo, un "truño". "Dj Mingo", otro de Edu. Se salvó su reivindicación de que "el humor nunca deje de existir". Para olvidar. El mejor homenaje a las que se quedaron en fase con balas en la recámara.

BAMBONES.- Bambones bajó ayer un pedazo del paraíso murguero al recinto ferial. Mejores en sus temas que en pasacalle y despedida, pese a ser himnos murgueros. El primero arrancó con voces que se tapaban, parecían temblar y se presagiaba la "estallada". Sin embargo, en "¿Qué fue de...", cogieron rápido la arrancadilla con situaciones y lugares del Santa Cruz de ayer: El Globo, Las Tres Muñecas o casa La Húngara. Se vinieron arriba en la especialidad de la casa: el homenaje a los canariones, desde el dedo de Dios a los 20 goles al Tenerife. Pero algo único fue su homenaje al Carnaval y a quienes entregaron su vida por él. Ahí Bambones cantó con el corazón. Impresionante.

El segundo, "Odisea murguera", fue un repaso por la evolución de la murga. Lo mejor... cuando cantaban con caja, bombo y platillo... y el jurado (de 2014) que puntuó 0,75. Luego bailaron como Chinchosos (antes) para referirse a movimientos y coreografías. Se salieron al explicar la incorporación del lenguaje de signos. Cómo se canta a Bermúdez y Oramas, con señas de poca talla; o a Zerolo, con el chasquido con los dedos porque "desapareció el dinero". Recordaron cuando llegó la comparsa y sacaron las bailarinas. Y al Orfeón en el clímax. Bambones, con B de bomba, al remedar, en versión mejorada, a Triquikonas y con la voz de la telefonista del año pasado decir que si quieren saber el veredicto llamen a Gonar. Si el cielo existe, allí los ángeles cantarán letras de Bambones.

MAMELUCOS.- En tercer lugar salió una murga que se hizo pasar por Mamelucos. Salvo que, por su espectacular tocado, decidieran dejar las voces en su Casa del Miedo. Para arrancar echaron mano de la historia viva del Carnaval, Luis el Medusa, y su reflexión: "La murga es letra y no suéters". El primer tema, un viaje al Carnaval, en el que, después de 35 años, se han dado cuenta de que las cabalgatas son un suplicio y se les hinchan las piernas. Le dijeron a Ballesteros que coja la puerta... Cuatro meses después de que anunciara que no seguirá. Mucho tópico para el "levantaplaza". Su segundo fue "Con la p". Pasaron desapercibidos, que también lleva una p. Intentaron sacar punta a la letra: "Los pío pío perdieron el partido por primaveras" o "por prepotentes". Los dos temas... "poco para premiar". Ni las voces. Decepción.

TRAPASEROS.- Le pasaron por el lomo a Mamelucos en voces. Su presentación, con garra, buen envoltorio a las letras. El primer tema, dedicado a la seguridad, incluyó una crítica al exceso de control en el Carnaval 2014 para variar con la referencia a la valla del estadio de Las Palmas. Más que una parodia, parecían los Nine Blacer de la Fufa, versión 2.0. El tema se podía haber limitado a una reclamación dirigida a Fiestas.

Siguieron limpiando trapos sucios, pero "Las abuelas del jabón lagarto" acabó en una lavadora con centrífugado incluido. Metieron de todo sin sentido. El mejor momento al "limpiar a Soria con zotal". Alguna melodía recordó a Bambones 2014. Lo intentaron, pero peor que en fase.

LA TRAVIATA.- Los de Josechu interpretaron las letras más ricas hasta ese momento por la calidad del contenido, si bien tardaron en arrancar y conectar con el público. Su pasacalle enamoró y siguieron con "Travicash", que criticó el alto coste del barranco de Santos o el escándalo de los cementerios... Fueron comerciales con lo de que "el Pequeño Nicolás de Tenerife es Bolorino". Ahí rompió la canción a mejor para gustar con la denominación de origen de la miel de palma y la defensa del Uruguay. Solo les faltó un poco de chispa. En "El Kiosco", su letrista, Carlos Casanova, fue un mago de la palabra al jugar con las cabeceras de los diarios para formar frases. Tocaron el sentimiento en defensa de una profesión en jaque para subir y luego con las promociones para seguir subiendo. Enlazaron con la a, con la b, con la c... Un ABC que valía cartón. Las mejores letras, aunque no comerciales.

ZETA-ZETAS.- Su pasacalle cautiva y demostraron tener puesto fijo ya en la final. Además de estar preparados para pelear por un cartón. Hasta ahí, tercero sin problema. Y tal vez más. El primer tema, de inventores, desordenado, con tres máquinas: la de la verdad, la de la mentira y la bipolar. En la recta final debieron sacar un diapasón para coger el tono. Un popurrí de asuntos. Disperso.

La joya, el segundo. Por mantener el hilo conductor del primero, ya inventaron el año pasado la murga digital y este patentaron el invento. Se convirtieron en una pecera para sacar partido a las diferentes especies como el pez payaso, la medusa o la salema. Una canción que entró por los ojos.Sin verles la cara, entusiasmaron. La murga de los efectos especiales. El año pasado con el monigote y este, con la pecera.

DIABLOS LOCOS.- A priori, eran los grandes candidatos para plantar cara a Bambones y encarecer el primer premio. Presentación y pasacalle, espectaculares, superaron con creces la actuación. Su primer tema, "La historia trónica de la canción", repasó la época neandertal, la medieval, el charlestón... para incluir forzado al Charlot con lo de charleston. Fue la cara b de "Fasnia dónde estás" de 2014 y pasaron de los Billos Caracas Boy del año pasado a una orquesta de amigos recién formada.

En su segundo tema, "De mujer a mujer", Diablos comenzó sacando pecho y buscó el humor. El inicio pareció hasta irreverente por momentos. Mejoró la canción cuando intentó definir cómo eran las tetas de Paulino, Oñate... Luego rindieron un homenaje a la mujer y sus sacrificios. Se quedó en un bonito gesto. A secas.

TRIQUIKONAS.- Cerraron la mejor final que se recuerde en los últimos diez años, al menos para asimilarse a aquellas reinas que fueron del humor cacofónico. Comenzaron rajando a quien suscribe por decirles que en la fase habían sido la gran decepción de este año. Y tenían razón. En 2013 no le dieron un segundo premio que se merecía; en 2014 se lo devolvieron y este año siguieron el curso normal de su evolución. El primer tema, un pasodoble al estilo Guachi, más por la temática que por la intensidad. Viaje a diestro y siniestro a los murgueros porque hablan mal por detrás o cobran de las murgas (en dinero, criticaron). Lo mejor, su buena vocalización.

Su segundo tema, una historia, la enésima, de ese humor que ya comienza a ser rancio. No eran ni la cajera... tal vez la calderilla. Se esperaba mucho más. Lo mejor, la originalidad de la directora cuando presentó la canción en las pocas veces que cantó la murga. De resto, mucho rezado y poco cantado. Reinas del humor estirando el chicle ahora de su chico Ruben. Ellas eran mucho más. Y pueden hacerlo mejor.