La Traviata y Bambones fueron los soportales de la primera fase de murgas adultas del Carnaval con letras ricas y buenas voces, en la que es digna de mención la actuación de Los Que Son, los últimos de la eliminatoria de ayer.

LOS QUE SON SON

LOS JOCIKUDOS

LA TRAVIATA

NI MUCHAS NI POCAS

MASQLOCAS

LOS CHINCHOSOS

1.- Chinchosos (1988).- Disfrazados de "Chinchosoldados", invitaron a cantar al público su presentación, con dificultad para seguirla. Estrenaron director, Lolo García. El primer tema, "Sin tapujos", letra de Junior Alonso, aunque no tiene culpa del descalabro de la murga que se presentó como Chinchosos, como aquella de la época gloriosa de Alexis Hernández y Paco Padilla. Intentaron cantar lo mal que pasan las familias la crisis. Salir con este nivel sin duda que tiene mérito. 51 componentes y acabaron cantando el final a 52 voces. Lo mejor del tema, que solo quedaba otro. Su segundo, "La chinchojuguetería", arrancó con un policía que vendía; sacaron una gallina... para pedir huevos a los políticos elegidos; y un playmóbil para rendir homenaje a Protección Civil, con un rajazo a los médicos de urgencias y a los funerarios, para acabar pidiendo a Gladis de León que el Carnaval lo organice el pueblo. Recriminaron a quienes los criticaron el año pasado, y recordaron que eran los mismos de la época gloriosa. La actuación no se vende ni en un chino; y ni por el martirio. Del célebre "Soñé" de antaño, a la pesadilla de 2016. Lo mejor, su despedida. 2.- MasQLocas (2013).- Con su llegada se esperaba el inicio del concurso. Con Melanie Brito y el montaje del mameluco Xerach Casanova, apostaron por sacar brillo a su disfraz para puntuar en presentación. Después de Chinchosos lo tenían fácil, pero chillaron. El primer tema, "Políticos", fue una canción, aunque más gritada que entonada, en la que identificaron al político con un mamón. Fueron ocho minutos para decir lo mismo. Lo más divertido llegó cuando asociaron los modelos de vestir según se es del PP, PSOE, Podemos o CC... Referencia a Bolorino Armani. De resto, un laberinto político, tan pesado como dijeron que son los propios políticos. Siguieron con "Motivos para no ser murguero", en el que hicieron una crítica, no se sabe si autocrítica, de que la murga vacía el bolsillo, y arremetieron contra el colectivo porque se ha convertido en un negocio y está podrido. Después de escuchar su opinión, una duda: ¿si están tan mal las murgas como dicen... por qué siguen saliendo? Acabaron diciendo que las murgas no estaban tan mal como habían afirmado al principio. Y despedida. Se seguía esperando el inicio del concurso aún. 3.- Ni Muchas-Ni Pocas (2000).- Bonita presentación de la murga que dirige Laura Sierra con montaje del trónico Víctor Asensio, pero volvió la realidad en su pasacalle. Su primer tema prometía, musicalmente. Anunciaban un rajazo como los de antaño. Con la poesía que se les supone cuando se cita a Singuangos o Trasnochados, entraron a "rajar": el primero, a Gonar, a quien disculparon que no es periodista sino chanchullero; siguieron con referencias a Bermúdez, Carlos Alonso y Fernando Clavijo. Ponen ganas y son ya 16 años de historia. Ellas mismas cantaron que era media hora que tenían al año para desahogarse y había que aprovechar. No pensaron tal vez en quienes las escuchaban, si es lo que pretendían. Siguieron con "La autoescuela El Esmocho". Una idea que trajo al recuerdo a Ni Picas-Ni Cortas, pero dieron un giro al enumerar a clientes de la autoescuela, "Bermúdez no da la talla", o alguien que "siempre viene en coche oficial de El Sauzal"; hasta ofrecieron algo ya de humor "delirante", con el carnaval que hace prácticas sin sillín. El tema parecía el primer día de esas prácticas por la carretera vieja. Mejoría musical y vocalización, lo que a veces deja al descubierto carencias. 4.- La Traviata (2004).- Se tuvo que esperar a que llegaran los de El Toscal para que comenzara el espectáculo. Ya el público coreaba su pasacalle sin haber comenzado. Su primer tema, "Leroy", una canción con hilo conductor de lo que se puede comprar en el hipermercado del bricolaje: bombillas para Anaga, tuberías para las aguas fecales de Taganana y bloques para la escollera de San Andrés. Jugaron con la gotita o la silicona para hablar de los pactos políticos para seguir con un hondo homenaje a El Toscal, rico y argumentado, desde lo exquisito a lo más popular. Pidieron un museo para el Carnaval y no una casita en el barranco. Letra, calidad, buenas voces. Geniales. El segundo tema, "Running", comenzó con "Carros de fuego", una maravilla de José El Flaco que montó Juani Febles musicalmente, impecable el arranque. Jugó el letrista Carlos Casanova con las diferentes acepciones de la carrera: taxista, mujer que vende su cuerpo, la universidad... En algún momento faltó una mejor dicción. Momento genial al hablar de que ahora todos se disfrazan con tutú, y después el triatlón, para finalizar con una retahíla que sacaba oro a la jerga del running. Una canción con siete finales, una canción sin obstáculos para llegar a la meta, sin un sprint final porque, por su calidad, era una letra de fondo. La Traviata, sinónimo de calidad. 5.- Bambones (1982).- El público les puso la alfombra roja a los de El Cardonal. Dirigidos por Primi Rodríguez, un ejemplo de murguero que deja atrás sinsabores, fueron simplemente pletóricos en su presentación, un homenaje a Suspi y a los componentes que ya no están sobre el escenario. Pasacalle, el opio del pueblo, que se cantó hasta en San Borondón, como luego se vería otra vez. El primer tema, "Tengo una carta para ti", una letra que arranca con humor para explicar cómo se ha impuesto ahora el Whatsapp. Añaden que el cartero es portador de malas noticias, por el embargo y los impagos. Utilizan el reparto de la propaganda electoral para hacer un juego con los eslóganes y promesas y, momento en busca del corazón, la carta de la mujer que dirige a su exmarido, un maltratador. Fueron el Orfeón Donostiarra versión Carnaval. La letra, en particular el momento de las citaciones, un quiero y no puedo que pudo alcanzar mayores cotas. Segundo, "San Borondón". Letra rica, argumentada, con referencias a personajes que visitan San Borondón. En el recuerdo los Teresitos y los Canterinos, ayer vinieron los de San Borondón, con un himno incluido. Fue un canto a la identidad canaria tan poco frecuente en Bambones, con la moraleja de que mientras las dos islas grandes se pelean, atrás se quedan las pequeñas. Eso, aderezado por una letra que está hecha con el arte del bordado canario. Final apoteósico, en homenaje al molino de gofio de barrio, en un reproche a tradiciones que son de importación. Comparados Bambones con Bambones, el primer tema facilón y el segundo, enfoque más comercial y con enjundia. En la fase de ayer, los reyes junto con La Traviata. 6.- Jocikudos (2010).- Dirigidos por Graci Martín y con el montaje musical de Urbano García, mostraron mejoría en la puesta en escena. Su pasacalle, hasta coreado por la afición. El primer tema, "Pleno al quince", resultó atropellado. Un batiburrillo de asuntos que se abordaban en un pleno que parecía la sesión escoba por la cantidad de cuestiones que se trataron. Interpretar el segundo, "El cartero siempre llama dos veces", poco después de una temática similar de Bambones es como comparar un telegrama, en su caso, con un paquete postal. Con acento a murga tradicional, por el ritmo de pasodoble y por la inquina que en algún momento desprendieron, se preguntaron dónde está ahora Nacho González, regalaron bastoncillos al jurado para que puntúe con ecuanimidad o, lo mejor, el ramo de flores que envió Clavijo a Patricia Hernández. Mejores voces que letras. Se superan pero no llegan al lograr ese plus. 7.- Los Que Son (2006).- En su décimo aniversario, estrenaron como director a Fran Aldana, con montaje musical de Acaymo Correa. Reforzados por algunos excaraduras (otros tantos están en Trabas), sorprendieron con la calidad de sus letras, acompañadas con mejor musicalidad. El primer tema, "De las oposiciones a la Constitución", una letra armada para denunciar que la Constitución se ha convertido en un libro de chistes mientras España es un país de pandereta. El final tembló musicalmente. Pero el certificado de calidad llegó con "El barrendero", con más solvencia musical y una letra de contenido y bien armada. Comenzaron con un recorrido por los barrios de Santa Cruz, que evidencian desigualdades; denunciaron cómo el alcalde enchufa a afines en Urbaser, para subir e ir a un plus de calidad cuando el barrendero encuentra el móvil de Gonar. Da un giro el tema y ahonda en la crítica, diciendo supuestas conversaciones, y dan caña a Gladis de León, por los cambios de este año. Y cerraron con una apoteósica despedida. Notable mejoría.