Triqui-Traques es la excepción que confirma la regla. Frente a aquellos que se suman años para dar más empaque a su historia en el Carnaval, las bodas de oro de la murga más antigua en concurso van a pasar inadvertidas esta edición. 50 años en activo. Y todo por una anecdótica confusión. Con la moda de los suéters, en los últimos años la sociedad que preside José Castilla sacó uno con un número equivocado, pues "quitaba" un año. Total, que no se subsanó el error y llegó el año de sus cincuenta años entre la confusión.

Triqui es la sección adulta de la infantil Paralelepípedos, que salió a las entonces Fiestas de Invierno en los años 1965, 1966 y 1967. El nombre del grupo formado por los niños que vivían en las calles Jesús Nazareno y Callao de Lima se lo puso Pagés, el "Juan Viñas" de la época. Al inscribirla, preguntó cómo llamarla. Tenía una caja de fósforos en la mano y no lo pensó: lo bautizó como el poliedro.

Aquellos niños de Paralelepídos contaron con el apoyo de Antonio Toledo, que se encargó de hacer los gorros, detalles del disfraz y hasta los instrumentos, mientras que las letras llevaban la firma de Navarrito, ambos de la Ni Fú-Ni Fá. La confección de la fantasía, de la célebre Mama Lalá, la madre de los hermanos Antonio, Rafael y Gilberto González Pérez.

Aquellos catorce niños que corrían detrás de la Fufa hicieron realidad el sueño de formar una murga infantil en 1965, cuando salieron por primera vez. Solo era cuestión de organizarlos y hacerles un disfraz, y eso se consiguió. Aquellos niños cumplieron los 16 y 17 años y salieron en 1968, su primer Carnaval (disfrazado como Fiestas de Invierno) como una murga inscrita en concurso. Venían de Paralelepípedos, pero debían cambiar el nombre para evitar susceptibilidades, pues habían nacido con el apadrinamiento de la Fufa. Había que poner un nombre. Fue el tío del mismísimo Enrique González (Fufa), Emilio, quien el pidió a Pagés, de Fiestas, que inscribiera a los "chicos porque los tenía como un triqui-traque (petardos de la época), de un sitio para otro. Y así fue.

Desde su primer Carnaval en activo, 1968, tomaron el nombre de Triqui-Traques. Hasta 1987, cuando fallece Mama Lala, siempre estaría vinculada a la familia González Pérez, siendo un referente en la modalidad, no en balde es la única que ostenta ocho primeros premios de Interpretación, por delante de Bambones y Singuangos, con siete cada uno, y Mamelucos y Diablos Locos, con seis primeros cada una. El error de cálculo del suéter ha deslucido las bodas de oro de Triquis, para desconsuelo de la familia González Pérez, si bien el presidente de la sociedad, José Castilla, confía en celebrar como se merece los 50 años la próxima edición. De hecho, explica, ha hablado con el alcalde para preparar un libro en el que ya trabaja Otero.

Y es que... Triqui-Traques es sinónimo de murgas en Tenerife.