Una decena y media de grupos llegados de diferentes lugares de la geografía insular participaron ayer en la gala de elección de la reina de los mayores de Tenerife. Se trata de un festival protagonizado por los mismos colectivos de la tercera, en un formato donde ellos son público y actores. Es un festival. Sin alarde de grandes artistas invitados, las casi 3.500 personas presentes en el recinto ferial disfrutaron con la actuación de sus compañeros y amigos, sin pedir más que amor por el Carnaval y veteranía en la fiesta; siendo referentes de una generación que peleó por sacar la fiesta a la calle y quitarle la máscara de las Fiestas de Invierno. Ayer, fueron ellos los artistas.

Entre las actuaciones, llamó la atención la calidad musical de Antón Guanche, de Candelaria, que interpretó un pasacalle de la propia rondalla en el que destacan su vínculo con la fiesta de la máscara. Para originalidad, la de la agrupación Proteregra, de Granadilla, o de Virgen de las Mercedes de Roja, de El Médano, que se atrevieron a bailar para su público.

La dirección artística logró que once candidatas y una decena y media de grupos se sucedieran en dos horas y 45 minutos, con la seña de calidad de Pepe Benavente y su hermana Olga, o de Luis Alberto del Caribe, sin obviar el buen humor de Juanito Panchín. Fue una gala de consumo interno, que se presentó como cabaret cubano y que acabó en lo que es, un festival para los mayores.