Miles de personas, entre participantes y público, se dieron cita en la avenida de Anaga para disfrutar del Coso Apoteósis del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife, un desfile que desafió al frío que amenazaba con aguar la fiesta, aunque se impusieron al final las ganas de disfrutar de tanta originalidad y esplendor.

Frente a aquellos acostumbrados a ver los disfraces de los grupos o el ritmo de las comparsas y las agrupaciones musicales, valgan los ojos no ya del visitante, sino de una pequeña que lo disfruta por primera vez. Es el caso de Nora, la segunda hija de Yanira y su esposo, ambos excomponentes de la comparsa Río Orinoco, que en la actualidad residen en Tacoronte. Y sacaron su "made in", para con orgullo asegurar que la carroza ganadora es "de una gente de Tacoronte", como si ellos también tuvieran una cuota en el triunfo de la familia y amigos de Pablo Afonso. Ella dejó la formación de cuerpo de baile hace algunos años por una pequeña lesión en una rodilla, pero el amor del Carnaval no solo lo lleva en el cuerpo -"el próximo año vuelvo a la comparsa", dijo ayer-, sino que lo ha heredado su pequeña Nora, quien, desde que salieron las carrozas, solo gritaba: "Papi, mira". Esas fueron las primeras palabras que sabía cuando llegó al Coso, cuando acabó, había aprendido otra: Carnaval.

Perdidos entre las numerosas personas que disfrutaban del desfile junto a la ermita de San Telmo, casi al finalizar el desfile, los grupos mantuvieron el ritmo hasta los últimos pasos. Después de las carrozas ganadoras, la Ni Fú-Ni Fá, con su director, José Antonio González "El Flaco", posando con las mascotas, para el público; igual que la murga Zeta-Zeta, flanqueada con animalistas. Ahí, Javier Suárez Plata sacó su vocación de director musical de Sofocados y jugueteó con Nora con su mascota de peluche. El Coso fue espectacular y trepidante, con una cabecera hecha a la medida de televisión. Todos los ganadores delante y mucha comparsa. ¡Quién diría cuántos días de Carnaval de "La Negra" de Joroperos!, que salió de nuevo a comerse la calle.

Más de tres horas de desfile que son una muestra del poderío, riqueza y esplendor; el Carnaval de Tenerife es "made in" Santa Cruz y el título de Fiestas de Interés Turístico Internacional, no se lo ha regalado nadie; no hay dinero que pague la entrega de un pueblo que vive y siente por y para don Carnal.